La jueza de Monte Quemado, Copo, Valeria Díaz, extendió la detención de una vecina de Pampa de los Guanacos, sindicada de obligar a prostituirse a dos de sus tres hijas adolescentes, entregándolas al sexo pago con los camioneros.

“Facilitación a la prostitución” y “corrupción de menores” serían los cargos atribuidos por el fiscal Gabriel Gómez, quien la apresó dos semanas atrás, al sorprenderla teniendo sexo en la ruta con un camionero chaqueño, frente a una estación de servicios.

De inmediato, fue alojada en un centro de aislamiento y abierto un proceso en órbitas de la Seccional Nº 43. Rápido, se deslizó un informe que databa de tres años atrás, advirtiéndose que habituaba llevar a sus hijas menores para prostituirlas en la ruta.

Urgente, el fiscal Gómez ordenó que también fuera aprehendido un vecino, también sindicado de ‘abuso con acceso carnal’ de las hermanas, cuya situación hoy genera preocupación por la orfandad y alejamiento hasta de la escuela.

La estrategia fiscal

Tres semanas después de desbaratarse los tres años de vejaciones la Fiscalía tiene dos objetivos claros: investiga a la madre y al vecino y, a la vez, ya pidió colaboración a las autoridades de la Subsecretaría de la Niñez, Adolescencia y Familia (Subnaf).

Gómez delegó en la Subnaf el monitorear la vida de las dos menores, quienes ahora tuvieron que asumir la responsabilidad de sus dos hermanos varones.

Asimismo, la Fiscalía busca a la tercera de las hermanas, de 17 años, quien se alejó de la familia hace varios años, sin motivos claros, pero fácilmente deducible.

Fuente: El Liberal