Luego de una serie de denuncias anónimas, comenzó la investigación en torno al delito de explotación sexual, y a raíz de los resultados positivos de dichas investigaciones, comenzaron con los operativos de rescate y detención.

Los procedimientos se dieron en la Costa Atlántica, e intervinieron la Policía Local y personal especializado del Ministerio de Justicia Bonaerense.

Los rescates se dieron en Pinamar y Villa Gesell. En el primer caso, en Ostende, se trataba de una mujer que era víctima de trata sexual por parte de un hombre que vivía con ella, pero que no era su pareja. Intervinieron en el rescate, trabajadores del Programa de Rescate y Acompañamiento a Personas Damnificadas por el Delito de Trata, junto a personal policial.

El segundo procedimiento se realizó en la localidad de Villa Gesell, y se lograron liberar a dos mujeres una de ellas de 17 años, que estaban obligadas a prostituirse y el hombre que las tenía cautivas, se quedaba con un rédito de lo recaudado, y fue detenido, imputado por los delitos de promoción y facilitación de la prostitución.

En este último caso, particularmente participó el equipo técnico del Servicio Local de Niñez y Adolescencia, que estuvo presente durante la declaración de la menor y solicitó que se ponga en marcha un operativo de asistencia y contención.

El Código Penal, en su artículo 125 bis, expresa que: “El que promoviere o facilitare la prostitución de una persona será penado con prisión de cuatro a seis años de prisión, aunque mediare el consentimiento de la víctima.”, agravándose la pena de cinco a diez años, cuando mediare engaño fraude, violencia, amenaza o cualquier otro medio de intimidación o coerción; Y cuando la víctima fuere menor de dieciocho años la pena será de diez a quince años de prisión.