Los vecinos de la ciudad de Nueva Esperanza, departamento Pellegrini, continúan pidiendo el total esclarecimiento del dudoso accidente en el que perdió la vida el comunicador social Gustavo Antonio Sánchez.

A seis meses del fallecimiento del conocido locutor y maestro pelegrinense, para la justicia sigue en la teoría del accidente, mientras que para sus familiares y vecinos de Nueva Esperanza el accidente fue una coartada y exigen que la justicia profundice la investigación.

Cabe recordar que el día 23 de diciembre del año pasado, siendo las 0.30, a la altura del barrio Santa Rita, en el acceso a la ciudad de Nueva Esperanza, sobre la Ruta Provincial 176, el conductor de la motocicleta falleció a consecuencia de haber sido chocado desde atrás y arrastrado por más de cien metros por un automóvil Volkswagen Voyage gris, cuyo conductor se había dado a la fuga y luego los vecinos establecieron que el automóvil pertenecía a un oficial de la fuerza. El rodado había sido ocultado en las sombras de una calle oscura, en cercanías de la dependencia policial y la víctima no era otro que el conocido locutor periodista y maestro Gustavo Antonio Sánchez. 

El cuerpo de la víctima quedo irreconocible y abandonado en la banquina de la ruta, donde fue encontrado por un ocasional transeúnte, mientras que el supuesto conductor abandonó en el lugar a su víctima y también al rodado y se escondió en su domicilio, en un claro propósito de ocultar su responsabilidad, procurando impunidad en el trágico hecho.

Un vecino fue quien delató la presencia del auto abandonado, con las abolladuras y otros enseguida informaron a quien lo vieron descender de ese rodado y ante tantas evidencias y el reclamo del pueblo que se movilizó y reclamó por justicia frente a la dependencia. La policía tuvo que actuar dejando en el procedimiento sombras, que significó la decapitación de la jefatura de esa dependencia.

De eso ya pasaron seis meses. Son numerosas las versiones, lo concreto para la justicia, es quien se confesara conductor del vehículo al momento de ocurrido el accidente, es el joven ciudadano Eduardo Manuel Chávez, quien pese a las imputaciones (Homicidio Culposo y Abandono de persona) y sin aún haberse investigado, permaneció privado de su libertad tan solo 48 horas, pese a la gravedad de las imputaciones.

Luego se determinó que Chávez manejaba el automóvil de un oficial de la fuerza, que es familiar directo de dos policías severamente cuestionados y enfrentados con la víctima, quien en vida por la radio FM local, los había denunciado, por regentear los locales bailables, los garitos donde se vendían bebidas alcohólicas y otras sustancias a los jóvenes de Nueva Esperanza.

La denuncia del locutor en la radio, todos las escuchamos, y aquí conocemos quienes están detrás de los negocios de la noche, dijo en su momento un ex policía y actual concejal de la ciudad de Nueva Esperanza, donde a seis meses de la trágica muerte del comunicador social, Gustavo Antonio Sánchez, los vecinos se niegan a creer que su muerte fue un accidente por imprudencia, negligencia o impericia, y aseguran que hay fundadas razones para suponer que detrás del accidente hay sobradas razones para que la justicia profundice la investigación.