Los perros Arturo y Kiki hallaron a Luis Ángel González de 70 años. Se encontraba perdido desde hace dos días en el monte santiagueño en Quimilí.

De acuerdo a la información brindada por familiares del septuagenario extraviado, el anciano había salido de su casa hacia una zona montuosa sin regresar por un prolongado lapso de horas. Al pasar el tiempo la inquietud y preocupación de sus familiares fue en incremento. Inmediatamente decidieron poner en conocimiento de las autoridades policiales del Departamento de Seguridad Ciudadana N° 12 de la ciudad de Quimilí, sobre la ausencia de Luis.

Con la información brindada por los allegados de González, la policía diagramó la inmediata intervención de sus diferentes reparticiones, en especial los integrantes del Grupo Especial de Búsqueda y Salvamento de la División Canes. Con el arma de rescate más poderosa que cuenta la policía, sus perros adiestrado por la Dirección Nacional de Cinotecnia, salieron al rescate del septuagenario, publica Nuevo Diario.

La comitiva policial comenzó su recorrido desde el último lugar donde fue avistado con vida, la casa de González era el punto de partida.  Poniendo a prueba las destrezas de olfato de Arturo y Kiki, les entregaron prendas del anciano. Sin tardar algunos minutos los canes salieron despavoridos y a menos de 500 metros alcanzaron a divisar a Luis, quien estaba ausente hace más de dos días de su vivienda. 

La policía logró encontrar a González debajo un árbol, totalmente asustado, pero con una sonrisa dibujada en su rostro, tras ser avistado por Arturo y Kiki. El extraviado fue trasladado por el personal policial hasta una zona segura, donde recibió asistencia médica.

Su suerte se vio forjada al camino de los canes policiales. Los perros nacidos en la Sección de Reproducción Canina de la Policía provincial y adiestrados por los mismos policías santiagueños, para buscar y salvar personas extraviadas en lugares críticos.

En la investigación judicial iniciada por la Fiscalía a cargo del Dr. Martín Silva, sobre el paradero y ubicación del septuagenario, se ordenó el resguardo del anciano en manos de su hermano.