A plena luz del día y en el centro de La Banda, el dueño de un conocido taller mecánico -ubicado sobre calle Belgrano al 200- fue asesinado mientras estaba trabajando en su local. Sospechan que podría haber sido atacado por la espalda.

Gustavo Rubén Vázquez -de 49 años- como todos los días abrió las puertas de su taller minutos después de las 7. La víctima residía en el lugar desde hace más de 25 años, se dedicaba a la reparación de motocicletas.

Según revelaron las fuentes, el cadáver de Vázquez fue hallado pasadas las 11, cuando una mujer de apellido Sayago ingresó al lugar para retirar su motocicleta y descubrió que el cuerpo de la víctima yacía en el suelo con una lesión en la cabeza.

De inmediato la mujer salió a la calle a pedir ayuda a los vecinos. Ellos dieron aviso a la policía. En cuestión de minutos uniformados de la Comisaría 13, Prevención de la Departamental 4, Homicidios y Delitos Complejos, Delitos Comunes poblaron el lugar, informa El Liberal.

Al constatar que la víctima estaba sin vida dieron aviso a la fiscal de turno -Dra. Alicia Falcione- quien junto con el fiscal coordinador, Dr. Juan Alende, arribó a la escena para supervisar los trabajos de los uniformados.

El Dr. Héctor Fumarola -médico de Sanidad policial- también se hizo presente y examinó el cadáver. Según revelaron las fuentes, el galeno informó que la víctima tenía un orificio a la altura de la frente, por lo que de inmediato fue trasladado a la morgue judicial.

Mientras los restos eran trasladados, personal de Criminalística, junto con los investigadores y los fiscales ingresaron al predio donde funcionaba el taller de la víctima. Según expresó una fuente, el lugar estaba completamente lleno de motovehículos, moto-partes, y herramientas vinculadas a la reparación de rodados.

La primera hipótesis que los investigadores manejaban era que la víctima se podría haber golpeado manipulando un compresor que estaba a pocos centímetros de su cuerpo. La situación cambió totalmente cuando -en un determinado momentohallaron elementos que hicieron cambiar el rumbo de la investigación y confirmaron el asesinato.

Según revelaron las fuentes, los elementos se encontraban a pocos metros del lugar donde quedó el cuerpo. La requisa tomó otro tinte y fue así como en una de las paredes se advirtió otro elemento que haría suponer que no se trató de un golpe accidental.

Los investigadores revelaron que el lugar estaba ‘ordenado’, que a simple vista no había nada violentado.

Luego de varias horas de trabajo en el taller, la inspección se trasladó a la casa de la víctima, donde tampoco había signos de violencia. Además en la casa, en una de las habitaciones, las pesquisas hallaron más de 300.000 pesos en efectivo, por lo que la hipótesis de un posible robo fue descartada.

La Fiscalía ordenó que la policía secuestrara todas las cámaras de seguridad que existen en la zona para ser analizadas. Además se tomó declaración a la mujer que ingresó al lugar y lo halló sin vida y a su círculo íntimo.

También se solicitó que se le realizara la prueba de rodizonato de sodio a la víctima. Se supo que en el lugar no había armas de fuego.

Hasta el momento todo es materia de investigación.