En medio de la escalada retórica con los empresarios industriales por los problemas de competitividad, tarifas, inflación, importaciones y falta de inversiones, el Gobierno evalúa bajarle el tono al enfrentamiento y convocó a la cúpula de la Unión Industrial Argentina (UIA) para el lunes próximo.

“Se están analizando y organizando algunas reuniones, dijo una alta fuente del Gobierno. Mientras tanto, voceros oficiales del Presidente señalaron que el jefe de Gabinete, Marcos Peña, y el ministro de Producción, Francisco Cabrera, los recibirán en Casa Rosada, según informa el diario La Nación.

El conflicto escaló a gran altura cuando el dirigente de la UIA José Urtubey criticó hoy “las bravuconadas y descalificaciones” del Gobierno hacia la central fabril. Macri había felicitado ayer a Cabrera por decirles a los industriales que se dejen de llorar e inviertan y exporten luego de las criticas industriales.

De todos modos, en la Casa Rosada apuntaron hoy a minimizar la profunda pelea que se generó entre ambos sectores. “No hay chisporroteos, es puro palabrerío, señalaron.

De todos modos, en los últimos días se conoció una embestida fuerte del Gobierno contra los laboratorios que abastecen de medicamentos al PAMI para reducir en un 5% el precio de los medicamentos.

El Instituto Nacional de Servicios Sociales para Jubilados y Pensionados modificará los contratos individuales con los laboratorios y las cámaras del sector: Cilfa y Cooperala, nacionales, y Caeme, multinacional, que vencen el 31 de este mes y rigen de abril a marzo. El cambio representa un 20% de ahorro por año para el PAMI, unos 6500 millones de pesos y los afiliados ahorrarán unos 2600 millones.

“La tensión se va a mantener hasta que los empresarios se decidan a ser protagonistas e invertir. Nosotros queremos que sean competitivos, no que reclamen por los viejos privilegios y por precios ridículos”, señaló una alta fuente oficial que englobó a los industriales con los laboratorios.

“No podemos seguir aceptando que los industriales se beneficien a costa de los ciudadanos en general”, señaló.

En los últimos días, el ministro de Producción, Francisco Cabrera, entró en una fuerte polémica con Arcor, empresa de alimentos y una de las industrias más gigantescas del país, por la importación de latas de tomates. Arcor planteó que se había multiplicado por diez el ingreso de latas de tomates al país a más bajo precio y eso las perjudicaba. Cabrera replicó: Compren latas más baratas o bajen los precios del tomate.

También en Producción y en la Casa Rosada existe una sorda disputa con el empresario textil Teddy Karagozian, de TN Platex, a quien le adjudican ser uno de los que más se quejan. “El sector textil es uno de los más llorones”, dicen en Balcarce 50, parafraseando a Cabrera.

El enfrentamiento entre Macri y los industriales viene de larga data, pero se profundizó hace algunas semanas. Desde que asumió, el Presidente esperaba colaboración de los empresarios por ser él mismo un empresario e hijo de empresario. Macri estaba convencido de que luego de haber frenado las inversiones durante el kirchnerismo, los industriales iban a mantener sus precios e iban a invertir, incluso para cuidar al Gobierno, ya que los consideraba un aliado. “Pero no hay peor astilla que la del mismo palo”, reflexionan ahora en la Casa Rosada.

Muchos empresarios, comerciantes y supermercadistas subieron los precios y esa fue la primera desilusión de Macri.

“Si ellos no invierten y suben los precios, el barco donde están parados se hunde. ¿Qué quieren, que venga otro gobierno?”, se enfureció un hombre clave del oficialismo.

Hace tres semanas, el jefe del Estado criticó a los empresarios en Chapadmalal, se refirió a ellos como “el círculo rojo”, y dijo que el Estado no está para cuidar sus intereses.

El miércoles último, la junta directiva de la UIA se quejó de la falta de competitividad, de las subas de tarifas y las importaciones. Cabrera al día siguiente emitió un duro comunicado en el que reclamaba que estuvieran a la altura de las circunstancias y que el país necesitaba empresarios que inviertan y exporten.

El sábado último, reforzó más sus críticas y reclamó “que se dejen de llorar e inviertan y exporten”. Macri lo felicitó ayer en la reunión de gabinete y dijo que había que explicar con claridad que las importaciones son mayormente de bienes de capital y no de consumo, lo cual implica que están dirigidas a las inversiones.

Paralelamente, hubo muchas críticas del Gobierno a los economistas ortodoxos, como José Luis Espert, Juan Carlos De Pablo, Miguel Angel Broda y el mismo Carlos Melconian, que critican la falta de resultados en la reducción del déficit fiscal y proponen recortes de gastos que Macri considera impracticables.