Patricia Bullrich habla con seguridad y confianza. Ante las críticas por el caso Chocobar, despliega una férrea defensa de la política oficial con las fuerzas de seguridad: dice que el Gobierno tiene que “proteger” a la Policía, que antes estaban “paralizadas”, y que eso ayuda a salvar vidas y bajar el delito.

“Nuestra doctrina es que las fuerzas sientan que el Gobierno, que el Estado argentino las protege en su acción legítima, dijo la ministra de Seguridad, en un encuentro con periodistas argentinos en la embajada argentina en Washington.

Bullrich cerró una visita a la capital de Estados Unidos en la cual se llevó el compromiso de la Agentina Antidrogas (DEA, según sus siglas en inglés) de incrementar la presencia en el país en un “task forcé” en Misiones, que se sumará a la que el Gobierno abrió en Salta para combatir el narcotráfico. La ministra pidió en el Congreso duplicar la asistencia al país.

“El año pasado nos dieron 700.000 dólares. Nuestra apuesta es a duplicarlo”, dijo.

En el FBI, Bullrich avanzó en la cooperación para la capacitación de agentes de la Policía Federal Argentina (PFA), a la cual el Gobierno aspira a reformar para convertir en una fuerza abocada a la investigación de crímenes de narcotráfico, contrabando, secuestros, homicidios complejos, trata, lavado de dinero, anticorrupción, informa La Nación.

“Estamos trabajando un modelo de policía federal real, en todo el territorio, dedicada a la investigación de crímenes. Estamos haciendo un cambio muy fuerte en el modelo educativo, de un modelo de policía de seguridad típica a un modelo de investigación e inteligencia. Estuvimos trabajando con el FBI en ese tema”, indicó la ministra.

Al referirse a la polémica en torno al caso Chocobar, que generó críticas la oposición, abogados, y organismos de derechos humanos, Bullrich insistió en el principio de que las acciones del Estado “son legítimas, hasta que se demuestra lo contario, y ofreció un respaldo sin fisuras para las fuerzas de seguridad: “Necesitamos policías que sepan que el trabajo no va a ser su tumba”.

“Un principio básico de la teoría del Estado es que se presume que las acciones del Estado son legítimas, hasta que se demuestra lo contrario. Se presumen legítimas. Se presume que un funcionario trabaja correctamente, que un policía hace lo que tiene que hacer, que un embajador hace lo que tiene que hacer. Se presume legítima la función del Estado. La excepción es la ilegitimidad, no la regla. Nosotros habíamos convertido en regla la ilegitimidad. Ahora tenemos que volver a la presunción de que si un policía en un enfrentamiento, digamos, tiene una acción, no se puede investigar cada acción de cada policía en cada enfrentamiento, a menos que haya una excepcionalidad”, indicó.