Mauricio Macri, Alberto Fernández, Roberto Lavagna, José Luis Espert, Nicolás del Caño y Juan José Gómez Centurión participaron del segundo debate presidencial obligatorio que se llevó a cabo en la provincia de Santa Fe.

La Facultad de Derecho de la UBA fue el escenario donde los postulantes a la Presidencia tuvieron la posibilidad de manifestar, en la primera ronda, sus propuestas sobre seguridad.

Durante la presentación, el primero en comenzar a hablar fue el presidente Mauricio Macri, quien afirmó que la discusión “tiene que servir para decidir en qué tipo de país queremos vivir. Es importante saber la trayectoria de los candidatos, no cambio para acomodarme y tengo un candidato a vicepresidente que siempre da la cara”, agregó el jefe de Estado. Fernández, por su lado, afirmó: “En la última semana dedicaron mucho tiempo a mi índice, pero mi índice solo marca errores y señala inconductas; sería bueno que se ocuparan de otros índices, el de desocupación, pobreza, de inflación, que este mes dio mucho que hablar, ocupémonos de lo importante”.

Por otra parte, Nicolás del Caño criticó el formato del primer debate y les pidió al resto de los candidatos que “sean serios y no mientan”. Roberto Lavagna, por su parte, saludó a las madres en su día y señaló que “los argentinos tenemos cierta debilidad en correr los temas centrales de la discusión. Los pueblos no tienen paciencia infinita. Mejor asumamos esa realidad”. Gómez Centurión fue muy contundente y señaló que tiene “un proyecto para rescatar a la Argentina del fracaso y no un conjunto de normas simpáticamente contadas”.

Por último, Espert dijo que los candidatos que lo acompañaban “son parte responsable de un sistema que destruye a los ciudadanos de a pie”.

En el momento de exponer sobre seguridad, Macri se manifestó con dureza hacia las políticas del kirchnerismo: “Nosotros somos distintos a ellos, abandonan a las víctimas del delito, alientan los barrabravas, descuidaron la frontera. Así son ellos, no van a cambiar”, aseguró.

A su turno, Fernández le contestó fuertemente: “Gracias a Dios no nos parecemos en nada. Con ustedes, el narcotráfico llegó para instalarse como delito organizado. Tenemos que ser serios presidente. El año pasado hubo 3.200 personas asesinadas, no creo que sus familias se hayan sentido protegidas por usted”. También dijo que para la inseguridad no hay “soluciones fáciles”. Además, prometió la creación de un Consejo de Seguridad para que estos temas se aborden como una política de Estado.

Del Caño apuntó en contra de las políticas de Patricia Bullrich: “Con Chocobar, la Policía es libre de matar”, dijo y propuso “la legalización del consumo integral de la marihuana”. Luego, Lavagna se plantó en el medio, entre el gatillo fácil y la mano flácida: “Como en el mundo desarrollado, hay que implementar mano justa”.

Finalmente, José Luis Espert planteó su postura con relación a los cortes de calles y apuntó contra el dirigente social Juan Grabois: “Piquetero que corta la calle, piquetero que termina preso; ¡cuidado Grabois contigo!”, indicó.

Blindar la frontera, otro Código Penal y bajar la edad de imputabilidad 

Debatiendo sobre el tema de la seguridad en el país, una de las propuestas más fuertes fue la del candidato del Frente Nos, Juan José Gómez Centurión: “Blindaremos la frontera con el 100% del país radarizado, un modelo de seguridad interna”, aseguró.

Mientras que el presidente indicó que: “lo que proponemos es un Código Penal moderno, con penas más extensas para los narcotraficantes y extender a todo el país el Nuevo Código Procesal Penal que se ejecuta en Jujuy y Salta”. Por su lado, Aberto Fernández dijo sobre el flagelo de las drogas: “El consumo de droga y marihuana aumentó y el negocio se prolifera. Trataremos el tema con seriedad, con menos marketing”.

A su vez, Roberto Lavagna aseguró que “la mejor manera de evitar cualquier riesgo de exceso es una formación profunda y permanente de las fuerzas de seguridad con el debido reconocimiento social por el papel que cumplen si lo hacen en el marco de la ley”.

El candidato por Unite por la Libertad y la Dignidad, José Luis Espert, aseguró que si un menor comete “un delito de adulto” debe tener “pena de adulto” y propuso “bajar la edad de imputabilidad a los 14 años”.