Así se mostró la Ciudad de Buenos Aires tras el paro general anunciado por la CGT, con poco tránsito y pocos locales abiertos. No habrá colectivos, ni subtes, ni trenes y se sumaron hasta los kiosqueros que no harán recarga de las tarjetas electrónicas SUBE sumándose a la medida. Además, desde la madrugada y hasta las 11 se registraron cortes en los distintos accesos a la Ciudad que fueron liberados, porque los manifestantes comenzaron a marchar hacia el Obelisco, donde se espera se concentren.

A lo largo de la jornada, en esta quinta huelga a nivel nacional desde la asunción del presidente Mauricio Macri y en rechazo a su política económica, tampoco habrá vuelos, servicios de justicia, bancos, puertos, comercios, recolección de basura, clases y los hospitales solo atenderán casos de urgencia.

La ministro de Seguridad, Patricia Bullrich,  fue una de las primeras funcionarias en hacer referencia a los hechos y aseguró, que la gente puede circular tranquila por la Ciudad pero advirtió que "habrá consecuencias penales si hay aprietes", aludiendo a los incidentes denunciados en algunos puntos del conurbano bonaerense.

En Puente Pueyrredón en la Ciudad de Avellaneda, se enfrentaron manifestantes y oficiales de Prefectura Nacional, luego de que un grupo intentara quemar neumáticos para impedir la circulación en la zona. Los agentes lanzaron gases lacrimógenos y balas de goma y varias personas resultaron heridas.

Para las 14.40 se espera una conferencia de prensa de los sindicalistas.