El hallazgo del ARA San Juan, confirmado en la madrugada del sábado, no marca el final de la búsqueda por parte de las familias de los 44 tripulantes, según remarcaron en distintas declaraciones con la prensa. El sábado por la noche seguían en los dos puntos donde se instalaron a la espera de novedades por parte de la Armada y del gobierno nacional.

Por un lado, aquellos que son del interior del país estaban en el Hotel Tierra del Fuego, ubicado en el centro de Mar del Plata. Por el otro, en su mayoría los marplantenses, continuaban en la Base Naval que se encuentra en el puerto. Permanecen ahí desde que se les notificó que el submarino había sido localizado a 907 metros bajo el mar en la llamada área uno.

"Luchamos, lloramos. El submarino se puede sacar", aseguró Yolanda, madre de Leandro Cisneros. "Los familiares se están quedando y están viniendo más de todas partes", agregó en la puerta del Hotel Tierra del Fuego.

"Tenemos la esperanza de que escuchen a los familiares y que por respeto a nosotros y a nuestro duelo quieran reflotar el submarino porque sabemos que se puede hacer. Ya lo ubicaron, ahora que nos entreguen a nuestros seres queridos", dijo Cecilia, la mujer del tripulante Luis Leiva. "Estamos esperando novedades para saber cómo está el casco y vamos a empezar a luchar para el reflotamiento, para encontrar una respuesta y finalmente saber bien qué pasó", insistió.

Las esposas y las madres de los tripulantes son las caras más visibles de las 44 familias. Fueron ellas las primeras que se animaron a hablar con la prensa cuando apenas podían encontrar las palabras para expresar lo que sentían. Reclaman saber qué pasó con sus hijos y sus maridos, reclaman sus cuerpos, poder tenerlos cerca por última vez y poder despedirse; rescatarlos de las profundidades del mar. No todas se sienten todavía con la fuerza de hacer público su renovado reclamo: "Disculpame, pero no quiero hablar", respondió por ejemplo Paola, la pareja de Celso Vallejos y madre de sus tres hijos, cuando fue consultada por Infobae acerca de cómo continuaría su búsqueda, reporta Infobae.

Lejos de traer calma, la noticia revivió el dolor que los familiares sufren desde hace un año. Mucho peor fue aún cuando escucharon la conferencia del ministro de Defensa Óscar Aguad, en la que decía que no disponían de los medios para rescatar el submarino. Las familias se quebraron al escuchar esa información. Y con el correr de las horas, lo que parecía ser una certeza -el hallazgo- trajo más dudas -qué pasará con los cuerpos.