Hay una máxima que conoce cualquier argentino después de haber vivido 10 crisis en los últimos 70 años. Argentina produce alimentos para 450 millones de personas. Es decir, 10 veces el tamaño de su población. Entonces, ¿por qué hay tantos argentinos pasando hambre?

Si hacemos caso a cifras oficiales, entre 1,5 y 3 millones de personas sufren hambre en Argentina. La cifra varía considerablemente si los datos los suministra un observador internacional o local. Lo que los datos no ponen en duda es que Argentina está entre los países del mundo que produce más alimentos básicos como miel, soja, ajo, limones, peras, maíz, carne, manzanas, trigo y aceites vegetales, ¿por qué esos 3 millones de argentinos no reciben lo que les pertenece?

La losa de ser “el granero del mundo”

Argentina arrastra el mito de país rico. Mucho antes de que los economistas encendieran las primeras señales de alarma, el concepto de Argentina como granero del mundo se enseñaba y se asimilaba como algo muy positivo. Es un título de una supuesta edad de oro que los propios argentinos y sus instituciones se han colgado generosamente, cargando con un extra de responsabilidad, señala PlayGround.

Mientras que de puertas afuera el Producto Interior Bruto (PBI) marcaba que Argentina era una de las diez potencias del mundo, puertas adentro, las oportunidades reales eran escasas. Argentina ha caído en el error sistemático de comprar productos elaborados en el exterior con sus propias materias primas. Es decir, de poco servía exportar vacas, ovejas o trigo a Inglaterra si allí se transformaba en ropa y carne que se exportaba a Argentina con un precio mucho más elevado.

Falta de competencia entre mercado interno y externo

Lo resume muy bien Iván Ordóñez, economista especializado en el campo, para BBC Mundo: “El problema de Argentina no es que falten alimentos. No somos India ni Haití ni Venezuela; nosotros no importamos alimentos, todo lo que comemos es industria local. Lo que debería pasar, y no ha pasado, es que el mercado interno compita con el mercado externo, que se exporte más, se genere más riqueza y eso genere más empleo.

Un vistazo a la lista de los productos más exportados de Argentina durante el año 2016 prueba que 6 de los 10 primeros tienen que ver con el sector alimentación: residuos industria alimentaria (18,7%), cereales (12,1%), grasas y aceites vegetales o animales (8,6%), aceite de semilla (6,6%), pescado (2,9%) y carne (2,5%). Mientras que importó por millones de dólares vehículos, petróleo, aparatos eléctricos y aviones. Ni rastro de alimentos importados que puedan generar competencia, empleo y riqueza.