Anoche al cierre de esta edición, las organizaciones populares se declararon en "alerta y movilización" tras la devaluación de esta semana y realizarán distintas acciones antes del paro general del 25 de septiembre convocado por todas las entidades gremiales. Reclaman una actualización urgente de la AUH, las jubilaciones y pensiones mínimas y los programas de empleo.

Los movimientos sociales se declararon en "alerta y movilización" tras la devaluación de los últimos días y lanzaron un plan de lucha para "frenar el saqueo al Pueblo que está llevando a cabo el Gobierno", que comenzará el jueves próximo y se extenderá hasta el paro general del 25 de septiembre convocado por todas las entidades gremiales. "Los comedores tienen que tener garantizados los alimentos" y "debe actualizarse la Asignación Universal por Hijo, que es la gran diferencia con la crisis del 2001", apuntó el dirigente de la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular (CTEP) Juan Grabois.

Frente al recrudecimiento de la crisis económica que anticipó la devaluación de los últimos dos días, Grabois advirtió que, en lo inmediato, el Gobierno debe "llenar de fideos los comedores, merenderos y escuelas", al denunciar que, tras la corrida del dólar, los alimentos no perecederos están siendo quitados de las góndolas y las distintas áreas del Estado no cuentan con un stock para abastecer a esos espacios. En segundo lugar, el dirigente social exigió que se actualice el monto de la Asignación Universal por Hijo, programa que identificó como “la gran diferencia con la crisis de 2001" gracias a "medidas tomadas en gobiernos anteriores”.

El plan de lucha de la CTEP, la CCC, Barrios de Pie y el Frente Popular Darío Santillán, entre otros movimientos sociales, comenzará el jueves próximo con una marcha a las sedes del Anses para reclamar una actualización urgente de la AUH y de las jubilaciones y pensiones mínimas y los programas de empleo, y continuará el 12 de septiembre con una olla popular en 9 de Julio y Avenida de Mayo para insistir en la aprobación del proyecto de Emergencia Alimentarias, así como las iniciativas legislativas sobre infraestructura social, agricultura familiar, integración urbana y emergencia en adicciones, publica Página 12.

"Los comedores tienen que tener garantizados los alimentos y es lamentable como un Gobierno que tiene que estar viendo cómo hacer para que la gente no muera de hambre no realizó un stock de alimentos para una crisis que se preveía", denunció Grabois, al recordar que los movimientos sociales desde hace un año y medio exigen la declaración de la Emergencia Alimentaria y tras la corrida los alimentos no perecederos comenzaron a ser quitados del mercado a la espera de la remarcación de los precios. "La gente de plata dice que hay que ahorrar en ladrillos, pero lo que están escaseando son los fideos", sintetizó el dirigente de la CTEP, en diálogo con Radio Con Vos.

Grabois señaló que otra de las medidas que deben darse en el corto plazo, "si se logra estabilizar el dólar", está relacionada en actualizar los montos de "la enorme red de seguridad social que tiene la Argentina, gracias a las medidas tomadas por gobiernos anteriores". "La AUH es la gran diferencia con la crisis de 2001, porque hizo que la gente tenga una tarjetita con la cual rápidamente puede tener plata en el bolsillo", destacó el dirigente social y subrayó que, a diferencia de los planes sociales lanzados tras la últimas gran crisis económica, no puede distribuirse de manera clientelar. 

El plan de lucha de los movimientos seguirá el 19 de septiembre con una movilización al Ministerio de Energía para exigir que las empresas de servicios retrotraigan las tarifas y amplíen la tarifa social. Mientras que la última acción anticipada será el paro general convocado por la CGT, pero con "participación activa en todas las rutas del país".

"Ni pobres, ni trabajadores ni jubilados ni pequeñas y medianas empresas tienen que pagar esta crisis. Hay un problema con la idea del libre mercado, con la ideología neoliberal, que hace que el Gobierno esté obstinado con no poner retenciones a las exportaciones y no controlar los mercados financieros. Se están ahogando en un vaso de agua porque no tienen la creatividad suficiente para proponer medidas ni tampoco tienen ganas de escuchar", criticó Grabois al mismo tiempo que ratificó que los movimientos respetan las instituciones y no desean un "duhaldismo del siglo XXI".