Las petroleras habían acordado con el ex ministro de Energía, Juan José Aranguren, un aumento del 3% en el precio de los combustibles, a partir de esta semana. Pero este porcentaje puede elevarse al 5% si el reemplazante de Aranguren, Javier Iguacel, autoriza que el incremento sea del 5% debido a la devaluación del peso.

Es que cuando se concretó ese acuerdo, el dólar estaba a 25 pesos y el viernes pasado cerró a 29,58 pesos.

El ministro Iguacel quedó en estudiar la nueva propuesta de las empresas. Si se acepta, el aumento de las naftas se concretaría el viernes próximo.

Los petroleros muestran preocupación porque se avecinan cambios en el sector, señala El Día.

El Gobierno estudia reinstalar el “barril criollo”, que es un precio de referencia local. Ese mecanismo, que fue ideado durante el kirchnerismo, creó distorsiones en el sector. A las petroleras les impusieron retenciones a las exportaciones y eso desalentó la producción, que empezó a caer.

Las petroleras aseguran que tienen un retraso de sus importes del 30%. Es por el aumento del precio del crudo -que cotiza en dólares- y la devaluación del peso frente al dólar, que es imposible de medir porque nadie sabe hasta dónde puede llegar.

YPF le manifestó al ministro de Energía que necesita una corrección superior a la hablada con Aranguren. Aunque la empresa cotiza en las bolsas (Buenos Aires y Nueva York) y no puede adelantar números, hay preocupación en sus directivos por el resultado del próximo trimestre. La acción de YPF cayó más de un 25% desde mediados de mayo. Todas las cotizaciones de las empresas energéticas vienen en caída.

En el mercado de los combustibles, Aranguren prometió un congelamiento tarifario entre mayo y julio. Lo habló con las principales petroleras locales y estuvo en efecto por unas semanas. Ese entendimiento se realizó cuando el dólar estaba en la vecindad de los $ 22, pero fue de imposible cumplimiento cuando se acercó a los $ 25. En junio, las compañías aplicaron una suba del 5% y se estimaba que la recomposición de julio era del 3%.

Por la suba del petróleo crudo, en la mayoría de los países donde hay libre mercado hay subas en los precios de los combustibles.

El país escapó al ciclo de precios alcistas internacionales de 2005 y 2008 (aquí subieron menos que en el mundo), pero tampoco se benefició del ciclo bajista (2015-2016), ya que el mercado local estaba desacoplado del internacional, con un barril de petróleo “criollo” acordado por el ex ministro Julio De Vido.