Por Tony Villavicencio | En Santiago  del Estero, el radicalismo del Frente Cívico gobierna 24 municipios después de haber ganado en ciudades eternamente justicialistas, como es el caso de Monte Quemado y Pampa de los Guanacos.

Esto hace que cada vez que una derrota estrepitosa deja al peronismo roto y en la lona, todos se preguntan: ¿es éste el inicio del fin del peronismo?

El Frente Cívico fue la herramienta política que  utilizó el  radicalismo para cambiar la historia del mapa electoral  de la  provincia y hoy el peronismo se transformó en una cáscara vacía que se rellena con el relato falso de una estructura partidaria que priorizó ambiciones personales, y desde hace 15 años se olvidaron de sembrar la doctrina justicialista.

Ya no importa las justificaciones de un discurso sin ideales que perdió terreno frente a la codicia de ocupar cargos públicos dentro de la estructura de gobierno liderado por un gobernador radical, que con inteligencia usó al peronismo conducido por una familia y un puñado de dirigentes  que mantienen cautivo a un partido vacío de ideales y convicciones.

La dirigencia de la vieja guardia se pregunta sobre el futuro del peronismo después de  los resultados del  domingo 7 de agosto con la abrumadora derrota en Monte Quemado y Pampa de los Guanacos,  y coinciden en opinar que si hay intención de recuperar el liderazgo en la provincia, es necesario  democratizar al partido  y devolverle a sus afiliados.

Sin dudas, en Santiago del Estero el peronismo tiene problema de liderazgo que no es nada fácil de recomponer y nadie puede negar ha perdido votos en varios lugares de la provincia en una crisis de representación partidaria, y ocurrió en Monte Quemado que de querer imponer un candidato  a intendente del pasado en una elección  en la que el electorado esperaba la renovación y le ofrecieran un consumo electoral de lo mismo, que para nada estaba a la altura de la demanda.  

El peronismo liderado por  Carlos Alberto Hazam y Manuel Castillo sufrió la aplastante derrota, a manos del radical del Frente Cívico Felipe Cisneros, marcando en Monte Quemado el fin de estos dos caudillos  que reinaron  durante 37 años en esta ciudad cabecera del departamento Copo.   

Todos coinciden que el  peronismo de Monte Quemado deberá renovarse y  construir otro tipo de liderazgos si no quiere desaparecer. De cara al futuro, Fernando Boggetti, dirigente justicialista que participó por fuera del partido sobre la hora, sin recursos económicos y en condiciones desventajosas, obtuvo más de 1.000 votos genuinos y es el hombre del peronismo que se muestra con grandes posibilidades de ser el conductor de esta fuerza política en el departamento Copo.

Empero claro, es una construcción desde arriba hacia abajo. Si el justicialismo no cambia esta lógica, claramente va a tener un problema de liderazgo y está claro que el peronismo en Santiago del Estero necesita renovar sus cuadros  con dirigentes dispuestos a pensar en el futuro colectivo por encima de la codicia individual.