Por Tony Villavicencio | Se supone que después del descarrilamiento de la República como consecuencia de la errónea conducción en estos últimos años, primero por el Ing. Mauricio Macri y ahora por Alberto Fernández, el país sufre un peligroso despropósito.

Un descarrilamiento que se extiende por todo la república donde el personalismo se ha instalado, desplazando a los partidos políticos, principal fuente de la democracia.
Lamentablemente, entre otras provincias, Santiago del Estero y Formosa tienen gobernadores que se perpetúan en el poder, ayudados por el debilitamiento de los partidos políticos que permanecen cautivos en manos de un personalismo que no facilita la alternancia de hombres e ideales en el poder, entonces la perpetuidad a riesgo de corromper a los gobiernos, se pone de moda.
En Santiago del Estero, Formosa y en todo el país, es necesario ordenar el funcionamiento de sus instituciones constitucionales, es necesario también el reordenamiento de los partidos políticos tradicionales, con sujeción a los principios básicos que fueron sus orígenes, generalmente no respetados por quiénes estuvieron al frente de los mismos en los últimos quince o veinte años.
No se puede consentir que el partido Justicialista en Santiago del Estero se convierta en el patrimonio de una familia. El tío, la hermana, el sobrino y toda la parentela, encabezando una estructura partidaria, donde el afiliado peronista es convidado de piedra. Pasa lo mismo con el otro brazo perteneciente al radicalismo.
El Frente Cívico está compuesto por los expulsados de la U.C.R, los que con diplomacia en Santiago del Estero se quedaron con el pensamiento del radicalismo y forman hoy un frente con el justicialismo. Lo que todavía no está claro es si esa fusión es de ideales en la creación de un nuevo pensamiento político o se limita a los proyectos. Lo que sí está demostrado es que sirve para perpetuarse en el poder.
Quiero ser claro y contundente en mi afirmación. Tanto el radicalismo como el peronismo en el país están en un mismo estado de desorganización, y es evidente que ambos, desde las muertes de Perón y Alfonsín, no han encontrado líderes con el carisma y la visión política de los nombrados. Por supuesto que, seguramente, lo mismo ocurrirá con los partidos considerados minoritarios que con singular sacrificio y vocación patriótica se han mantenido en vigencia, superando toda clase de adversidades.
Pero aquí, en Monte Quemado, tenemos el desorden que impera y marca el principio de la disolución de ideales y convicciones, la destrucción de los partidos minoritarios e imponiendo al personalismo, cuando dirigentes detractores del gobernador Zamora integraron la lista de concejales del Frente Cívico, es decir del oficialismo gobernante. Si esto es así, el remedio del cabio que propusimos, desde las páginas de El Municipal Web, para el futuro de la democracia de los copeños. Si no ordenamos las ideas y corregimos, las conductas políticas va ser peor que la enfermedad.
Empero, no está todo perdido también, hay que destacar que hombres y mujeres de toda condición social, en Monte Quemado, han canalizado sus inquietudes, aún sabiendo que eran remotas las posibilidades de llegar a la municipalidad, enfrentado no solo a los dos poderosos sectores políticos de Carlos Hazam y Manuel Castillo, sino también al del candidato oficialista del Frente Cívico Felipe Cisneros, que arrasó con el arbitrario apoyo del Estado provincial, marcando la desigualdades de las posibilidades electorales en plena contradicción con los principio básicos de la democracia: “Igualdad de posibilidades”.
Empero, la participación de Patricia Luna, Mario “Finito" Pereda y Fernando Boggetti generan esperanza en tiempos difíciles de Monte Quemado, y también de la República. Hicieron un valioso y valiente aporte para la reconquista de los partidos políticos en beneficio de la cautiva democracia que permaneció en Monte Quemado durante 37 años, y preocupa en la provincia, porque ya vamos camino a los 20 años.
Cuando hablamos del reordenamiento de los partidos políticos, nos estamos refiriendo a la imperiosa necesidad de que el ciudadano, con sus ideales participe, porque precisamente la democracia mediante el pleno funcionamiento de los partidos políticos asegura la participación a la sociedad.
El afiliado a los partidos políticos, esencia de la democracia, deja de ser «un convidado de piedra» como lo es en otros regímenes que aún imperan en los países bananeros del mundo. La experiencia de los últimos 37 años en Monte Quemado y, también en el país, debe llamarnos a la reflexión. No podemos seguir mirando a la provincia y al país con ojos de turistas. Somos los responsables de nuestro bienestar y somos directos responsables de la felicidad de las futuras generaciones.
Esa inexplicable renuncia a cumplir con obligaciones cívicas que debieran ser indelegables, ha instalado el personalismo en los partidos políticos, cuya exacerbación en no pocos casos los ha acercado demasiado al autoritarismo, y la experiencia nos ha demostrado con harta frecuencia, que el autoritarismo abre el camino a los dictadores, y tenemos ejemplos como Franco, en España; y Maduro en Venezuela.
La República, la provincia y también nuestro Monte Quemado, están inmersas en una profunda crisis, política, moral, ética y económica de la que no será fácil salir sin la intervención de todos. En Monte Quemado tenemos que ayudar al intendente electo, FELIPE CISNEROS, y lo escribo con mayúsculas porque es nuestra obligación como ciudadanos. El nuevo jefe comunal deberá actuar al servicio y en beneficio de los copeños que permanecieron desconectados del publicitado "Nuevo Santiago".
No hay iluminados que lo puedan hacer sin la ayuda del pueblo. El personalismo que hoy impera en la mayoría de los partidos políticos, es la negación de la democracia. Y la democracia bien usada es la única herramienta que puede elevar el progreso y el desarrollo de los pueblos. Costó a los argentinos demasiado dolor como para no defenderla y desde nuestro convencimiento la defendimos, a riesgo de ser atacados con el cobarde veneno de víboras, disparos de arma de fuego y hasta nos proscribieron de nuestros derechos como vecuinos de la ciudad.
Con nuestro diario fuimos los promotores del cambio y estamos dispuestos a contribuir con el nuevo intendente sin dejar de ser, en democracia, custodias del cambio de las conductas políticas, que beneficien a todos y cada uno de los ciudadanos de Monte Quemado que aspiran vivir en una ciudad organizada, donde se respeten los derechos a los que piensan distinto. Nuestra herramientas de trabajo serán siempre la pluma y la palabra.