Los vestigios que recogido y que son mas resientes, se indica a esta zona como probable habitad de Sachaioj- decía el doctor Bravo mientras describía un amplio circulo con el índice apoyado sobre el mapa.

La referencia cartográfica mostraba a la provincia de Santiago del estero como un gran cuadrilátero en cuyo ángulo superior derecho descansaba el dedo del doctor Bravo. Era la zona elegida, de campo gallo al norte ambos lados de la ruta 92 y se prolongaba trascendiendo las fronteras provinciales.

Mi querido amigo- agrego el doctor Bravo dirigiéndose a Alberto que miraba con curiosidad el mapa- si queremos sobrevivir en estos territorios debemos asegurarnos la disponibilidad de agua por lo menos para 15 días, tiempo en el que creo podemos atravesar esta parte, desde la ruta 92 hasta el rio salado, haciendo jornadas de 10 a 12 km por días. Desde luego es un promedio. A veces podemos avanzar hasta 25 km, pero muy a menudo avanzaremos solo algunos centenares de metros por día. Así es el monte.

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¿Cuánta agua por día y por persona piensa que debemos consumir?

Normalmente se requieren 3 litros diarios, pero en nuestro caso, debemos reducir ese consumo a la mitad, pues de otra manera, cada uno de nosotros debería llevar solamente agua es decir 45 litros. Solo llevaremos 20 litros por persona para 15 días. Esa cantidad, mas 15 kg de alimentos y equipo redondear los 35 kg por mochila, peso que creo podemos soportar cómodamente. Como estamos en otoño, aprecio que no transpiraremos demasiado; de todas maneras no debemos olvidar las tabletas de sal.

Alberto, inexperto en este tipo de expediciones, no le daba mayor importancia al peso de las mochilas y a la disponibilidad de agua. Estaba deseoso de iniciar cuanto antes esta aventura en busca de los vestigios de esa leyenda, Sachaioj, tan antigua como la raza americana. Poco había leído sobre mitología indígena, pero sabia q Sachaioj era el Dios bueno del bosque, que protegía a los animales salvajes y les daba agua en épocas de prolongada sequias. Sabía además, que el invisible espíritu castigaba despiadadamente al cazador que cobraba más piezas que las que necesitaba. La leyenda decía que quien se comportaba de esta manera se perdería irremediablemente en el bosque y perecería de sed. Ahora bien, Sachaioj era indudablemente producto de la imaginación indígena. Pero qué relación existía entre esta leyenda y los rastros semihumanos levantados por el doctor Bravo?, ¿y los testimonios de gente que dice haberlo visto?.  Se debía tener en cuenta también que los nativos del norte santiagueño eran muy supersticiosos y por lo tanto muy impresionables. La prensa de esa provincia había dedicado algunas veces pequeños espacios sobre esta curiosidad, a menudo ridiculizando los comentarios de los pobladores que aseguraban la existencia de la fantástica criatura. Leyendo estas crónicas periodísticas, Alberto se inclinaba a creer que todo era producto de la fantasía. Sin embargo, no podía apartar de su mente la huella levantada en yeso. Era una pata casi rectangular que media desde el talón hasta la punta del dedo grande, exactamente 48 cm. El talón no era redondeado, sino mas bien cuadrado y tan ancho como la parte donde nacían 6 dedos. Eso estaba allí sobre el escritorio del doctor Bravo, junto a una carpeta donde este había ido guardando prolijamente, todos los antecedentes del caso. ¿y las grabaciones donde tanta gente dice haber visto sus rastro, escuchado su andar en el monte y haberlo divisado a la distancia en las aguadas?, ¿podría ser todo eso producto de la superstición?. Bueno esto ya no estaba en condiciones de contestar Alberto, sin antes penetrar en ese inmenso territorio salvaje y arrancarle todos sus secretos, principalmente el relativo a Sachaioj.

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El doctor Bravo lo saco de sus cavilaciones cuando le dijo que tal vez seria mejor contratar un helicóptero para realizar un recorrido aéreo por la zona a los efectos de seleccionar un lugar donde establecer un campamento base donde depositar una buena cantidad de agua y provisiones. Esto les permitiría hacer excursiones diarias en distintas direcciones.

Pienso que sería lo más acertado doctor y de esa manera podríamos también conocer desde el aire las aguadas que pudieran existir; digo esto teniendo en cuenta que Sachaioj debe utilizarlas para proveerse de agua.

El doctor Bravo aprobó entusiasmado la nueva sugerencia. Ahora solo era necesario conseguir el aparato y pensaron que lo mejor era trasladarse a Santiago del Estero con ese propósito.

Fin.