En un nuevo ataque a la prensa, los custodias privados de Mauricio Macri, encabezado por la dupla Facundo Pérez Carleti  y Natalia Neme,  censuró el ingreso de al recinto del público Consejo Deliberante de la ciudad Capital.

En esta ocasión, el ex presidente realizó una conferencia de prensa para determinados medios previamente seleccionados. Los afectados fueron periodistas  y fotógrafo del multimedio Nuevo Diario-LV11.

Desde siempre la persecución, la discriminación y el ataque al trabajo de la prensa ha sido una de las características del gobierno  Macrista, desde donde siempre  trató de impedir en actos oficiales el ingreso de prensa independiente, por lo que no extrañó lo ocurrido ayer con los colegas del Multimedio y eso sucedió  con periodistas  locales que desde hace largos años están acreditados en ese parlamento municipal.  

El ex presidente Macri, cuando se fue de la presidencia, dejó muchas sombras y dudas. Para la prensa libre de Santiago  del Estero fue una  buena oportunidad de preguntar  las dudas  de lo que fue una engorrosa gestión. Conducta  presidencial  por las que deberá rendir en muchos casos ante la justicia, por estar sospechadas de un accionar delictivo.

El  endeudamiento con el FMI, sin precedentes en ningún país del mundo, con 42 soldados desaparecidos y sepultados en el fondo del mar, con miles de niños y ancianos argentinos desnutridos  durante su gestión, así con estas preguntas y otras más.

Pero nuevamente y como durante toda su presidencia, los colegas chocaron  con la censura de un modelo de  tiranía que nunca  respetó la libertad de prensa, que tiene miedo de responder preguntas, de periodistas de medios independientes, porque no es poca la deuda que tiene con la justicia y con el pueblo argentino. “A Mauricio no le gusta informar ni rendir cuentas de lo que en su presidencia realizó”, cuentan que se lo escuchó decir desde el subconsciente a unos de sus patovicas.   

Macri, Pérez Carletti y Neme representan a un sector de la oligarquía argentina que le tiene miedo al debate y al intercambio democrático de ideas, funcionarios burocráticos  haciendo interminable monólogos frente una legión de obligados aplaudidores, y responden a medios de prensa disciplinados por la billetera del, hoy, hombre más rico del universo, y al que hay que investigar el desmedido crecimiento de su fortuna, quien con la ayuda de una prensa local que simpatiza con la oligarquía, se presta para  desinformar y hacer propaganda de un  relató falaz.