Por Tony Villavicencio | Es necesario generar conciencia en los motociclistas sobre la importancia que tiene el respeto a todas las normas de tránsito, y sobre los graves riesgos que implican circular sin casco y a velocidades excesivas.

Cada siete días mueren en las calles y las rutas santiagueñas cinco motociclistas.

En Santiago del Estero, los accidentes protagonizados por los conductores de motovehículos llevan la delantera en las estadísticas y es la principal causa de muertes entre los 20 y 40 años, y esto se debe a que la provincia es la región del país con más moto en las calles. Eso se explica, en parte, por los bajos ingresos promedios de la población, es decir, porque es más barato acceder a una moto que a un auto.

“Es más fácil encontrar un motociclista con barbijo que con casco”, observa un comunicador del diario Norte. Se nota que el umbral de percepción del riesgo es tan bajo que piensan que no es necesario usar casco. Entonces, de ocurrir un siniestro, lo asocian con el azar o la fe, o sea, el decir “qué mala suerte” o “Dios así lo quiso”. Cuando la respuesta es la prevención permanente.

En reiteradas oportunidades, en El municipal Web se abordó el complejo problema de los conductores de motos que se desplazan, muchas veces a altas velocidades, sin llevar puesto el casco. Vale recordar que la Ley nacional de tránsito, así como las normas de jurisdicciones provinciales y municipales, obligan a los conductores de moto vehículos a utilizar ese elemento de seguridad cuando circulan por la vía pública y en el caso de Monte Quemado las autoridades establecieron mediante ordenanza, que en las estaciones de servicios local los conductores que no se presenten con el casco protector no podrán cargar el combustible a sus motosvehículos.

En los últimos años, en la ciudad Capital y también en ciudades del interior provincial, el uso de motovehículos como principal medio de transporte tuvo un crecimiento exponencial y de ahí que también la participación de estos rodados en siniestros viales sea significativa. Pero lo que más preocupa es que en muchos casos podrían haberse evitado víctimas fatales si se cumplía con el uso correcto del casco.

La Organización Panamericana de la Salud (OPS) explica que tanto la velocidad excesiva (conducir por encima del límite de velocidad establecido) como la velocidad inapropiada (conducir demasiado rápido de acuerdo con las condiciones de la vía, pero dentro de los límites) están consideradas casi de forma unánime como los mayores factores de riesgo de los siniestros viales.

Si se observa lo que a diario ocurre en las calles, se puede comprobar que el desplazamiento de motos a velocidades excesivas es muy frecuente. Y se sabe que la alta velocidad multiplica el riesgo de sufrir un siniestro vial y aumenta en forma notable la posibilidad de generar lesiones graves en las personas que se ven involucradas. Dicho de otro modo, la velocidad es un factor de riesgo que está presente en la mayoría de los accidentes donde se registran muertes. En Santiago del Estero el promedio de muertes por accidentes de tránsito alcanzan de cinco fallecidos semanales lo que marcan una problemática de inseguridad vial alarmante.