Por Tony Villavicencio | Lo informamos que Monte Quemado fue censado por el INDEC y la coloca a la ciudad cabecera del departamento Copo está entre las más pobres del Noroeste Argentino.

Desnudamos la crisis en los barrios y asentamiento de una ciudad con carencias de servicios, de agua potable, sin luz, donde la precariedad laboral empobrece al obrero forestal que es explotado trabajando en negro y recibiendo pagas irrisorias que dificultan alcanzar con su familia un nivel de vida digna.

Empero, en esta oportunidad vamos abordar los efectos de la pobreza en los niños del 72% de las familias empobrecidas que sobreviven como pueden, abandonadas por el municipio en los distintos barrios de una ciudad otrora maderera rica y que por la despiadada explotación del hombre y sus recursos naturales soporta los efectos despiadados de la pobreza.

La pobreza infantil no es solo un problema en el presente de los pequeños que la sufren. Las carencias vividas en la edad más temprana pueden tener consecuencias de por vida en el desarrollo físico, psicológico y educativo de los niños. En otras palabras, las condiciones vitales y las privaciones que tengan, sobre todo entre los 0 y 5 años, pueden marcar sus enfermedades de adulto, su capacitación para poder o no estudiar una carrera universitaria, su personalidad o sus relaciones sociales.

En el informe recurrimos a la población estudiantil de las escuelas primarias para poder estimar que en Monte Quemado de cada diez niños, seis viven en la pobreza o en riesgo de exclusión, lo que nos alerta de que los niveles de pobreza infantil han crecido en estos últimos años, y de acuerdo a los informes oficiales el norte Argentino es el  con mayor índice de pobreza infantil en el país.

"El sufrimiento de los niños pobres de Monte Quemado  de hoy, será una carga para todo su futuro. La pobreza no se sufre igual siendo niño que adulto y puede marcarles para toda la vida", explica en su informe  la directora de Sensibilización y Políticas de Infancia de Unicef.

El último informe de Unicef sobre pobreza infantil- Los niños de la recesión - alerta precisamente sobre esto: el posible efecto "devastador" que la pobreza tendrá a medio y largo plazo en la vida de los que la sufren.

Niños con una mayor propensión a las enfermedades

Cuando consultamos a los especialistas nos dijeron que los niños que comen poco o mal pueden sufrir siendo adultos enfermedades cardiovasculares, hipertensión, diabetes, obesidad, anemia, descalcificación de los huesos y tener más propensión a las enfermedades respiratorias e infecciosas, según afirma el coordinador del Comité de Nutrición de la Asociación  de Pediatría, de Córdoba. En su informe en la revista Sociedad y Salud.

"Actualmente no encontramos en  consultas de niños desnutridos pero sí mal o muy mal alimentados. El cuerpo se adapta de forma sorprendente a las condiciones adversas y a la escasez de comida pero lo peor es que las consecuencias de esta situación serán más graves en el futuro que en la vida actual del pequeño. Esto es lo que más nos preocupa", asegura  Aurelio Moreno pediatra cordobés.

La pobreza marcará la personalidad del menor

Más allá de las consecuencias en el desarrollo físico, las secuelas psicológicas negativas a medio y largo plazo para un niño en situación de pobreza pueden ser también muy altas, según apuntan los expertos.

“En Monte Quemado no hay niños desnutridos, pero sí muchos malnutridos“

El extinto Dr. José  Montes, que falleciera víctima del Covid-19, nos decía: “ n Monte Quemado son pocos los casos de desnutrición,  pero sí muchos malnutridos y me preocupa sobre todo que los niños se estén convirtiendo en un factor de riesgo para la pobreza en sí".

"En un hogar con dificultades económicas, con problemas de paro y de falta de recursos se viven situaciones de estrés constante. Los niños son esponjas y absorben los gritos, la tensión y los nervios. Y eso cala en el interior poco a poco", dice el profesor Foucé, en su libro quien añade que esto deriva en problemas futuros de inapetencia vital, inseguridad y menor capacidad de emprendimiento.

"Los niños que observan a su alrededor dificultades constantes tienden a sentir indefensión y culpabilidad. Al no tener capacidad de entender qué pasa y por qué pueden sentirse responsables y eso lleva a la alerta constante cuando son adultos. Pueden hacerse muy hipocondríacos y muy inseguros", explica un médico psicólogo

Alerta además de que las situaciones de "nervios, estrés, ira y tristeza" en el hogar, pueden llevar a que los problemas se "cronifiquen" y deriven en que esos niños sean de adultos "excesivamente temperamentales e incluso agresivos". Y este diagnóstico no estaría ajeno a los hechos de violencia que hoy se registran en la ciudad de Monte Quemado y también en la provincia y el país. Principalmente en los casos de feticidios.

"Es duro decirlo pero las adversidades que un niño sufra en sus tres primeros años de vida marcan su desarrollo cognitivo y esto puede hacer que en un futuro un niño esté o no preparado para avanzar en sus estudios e ir a la universidad", afirma el catedrático en Psicología  que lamenta que "puede darse el caso de que los recursos económicos mejoren y le permitan estudiar pero su capacidad ya mermada se lo impida".

“La pobreza a veces supone un estigma para los niños “Unicef alerta en el estudio 'Los niños de la recesión' del peligro de crear una "generación perdida" que se enfrentará a "barreras tremendas, casi insalvables, para alcanzar su verdadero potencial". Niños a los que la pobreza les está marcado de por vida cuando solo han dado sus primeros pasos en un mundo, en un país, en una provincia o en una ciudad, donde unos pocos se quedaron con todo, lo que fue de todos.