Por Tony Villavicencio. Es cierto no es normal analizar la figura perversa de tu vecina que practica a sus anchas el llamado acoso moral en entornos sociales y laborales.

Por medio del bulo, la mentira y las humillaciones; este tipo de personajes falsean situaciones para destruir la imagen e inclusive, en casos, sus víctimas son sus propios familiares y lo hacen con el convencimiento de elevar su prestigio social. “Buscan alimentar su gloria a costa de la derrota de los demás, creyendo que, por cada víctima que aplastan, elevan su categoría.

 ¿Por qué acosan?

Son muy populares y aparentan tenerlo todo, pero “las perversas narcisistas sienten una envidia muy intensa hacia los que ellas, en afectos de vecindad  no lo pueden conquistar, aparecen y muestran poseer cosas que otros no las tienen o no las pueden tener como  muestra de  dominación de grupo tratando siempre de convencer que la superioridad es exhibir lo que materialmente se tiene y se lo puede mostrar.

Explica Marie-France Hirigoyen en un ensayo crucial para entender a estas mujeres y el acoso moral que ejercen, con el objetivo de vampirizar esa energía en el ámbito vecinal, atacar la capacidad moral y profesional y su obsesión no se limita a una persona. Se repite como un patrón en varios ámbitos de su vida, inclusive sus propios familiares se convierten en víctimas de su desmesurado egoísmo.

“Las causas a los que nos referimos es la de atacar las cualidades morales en el desprestigio de las personas y lo hacen en el don de buenas personas que conquistan y contagia al círculo de los vecinos: alegría de vivir, sensibilidad, caridad, comunicación, creatividad”, que lo convierte en un vecino agradable y en el que todos confían. Y ella, en su perverso narcisismo se pregunta por qué no yo.

En realidad es lo que le despierta la perversidad a este tipo de personajes que se odia, se horroriza de sí mismo y fabrica, a base de autobombo, una fantasía halagadora, una mentira a través de la cual se camufla y esconde su realidad, la inmundicia absoluta de su vida, su mediocridad y vileza que la  convierten en un persona poco o nada confiable..

Las vecinas perversas escriben y descalifica en las redes sociales, y lo que protege es su imagen. Detrás de su apariencia de omnipotencia, es alguien extremadamente frágil. Lo que la convierte en una narcisista es su componente perverso, que le genera la necesidad de destruir la imagen de otro al tiempo que intenta mejorar la suya, porque nunca va aceptar que es la hija del peón que se casó con el hijo del patrón y es esa desigualdad que la carcome. 

 ¿Está libre de peligro quién apoya a un perverso narcisista en su acoso?

“Son directamente peligrosas para sus víctimas, pero también para su círculo de relaciones”, advierte el psicólogo Agustín Hirigoyen, quien recuerda que uno de los hábitos más comunes de estos agresores es el de provocar conflictos entre terceros, por lo general entre alguno de sus aliados y su objeto de agresión no tienen límites e inclusive llegan a pergeñar escenarios fatales para sus víctimas, como por ejemplo exponerlo a la vil maniobra de la mordedura de una víbora. Todas las historias e imágenes que proyectan son falsas y buscan ganar adeptos a través del miedo.