Por Yicela Villavicencio.- Muchas familias están siendo afectadas por el incremento en las boletas de la luz. Hay hogares que ni siquiera tienen un aire acondicionado y recibieron un golpe de $6.000 en el último resumen, habiendo sufrido, en las últimas horas el corte del servicio... Con esto, ya ni el ventilador podrá usar para aliviar el calor, ni hablar del agua fresca, la conservación de los alimentos, etc.

Si eso no es desigualdad, cuénteme entonces qué es... Aplauden los bonos, la tarjeta alimentaria y el impuestazo... y toda la parafernalia del político resentido, pero para abajo nadie mira en serio.

Se agota el doble discurso, el gasto innecesario del Estado en cosas que no funcionaron, ¿y eso saben por qué?, porque ningún gobernante desarrolla la empatía. Todos llegan por trampolín, entonces la empatía la conocen para sus bolsillos; me pregunto si ellos, que tiran manteca al techo, pueden vivir con una tarjeta alimentaria, una netbook sin Internet (porque al servicio hay que pagarlo también) y con una sola comida al día. Solo por ejemplificar.

Necesitamos fuentes de trabajo rentables... ¿Entienden? La rentabilidad es que podamos vivir con un sueldo que nos permita cubrir los servicios básicos: comida, luz, agua, vestir, mandar los hijos a estudiar, salud, Internet...Ahí está el secreto del bienestar y la felicidad del pueblo.  
Otro ejemplo es de los trabajadores independientes, como es mi caso. ¿Saben una cosa? No entramos en la cadena laboral. La gente no gana lo suficiente como para pagar una cuota de alguna disciplina artística, mi profesión no es una prioridad, entonces lo más urgente es buscar un trabajo fuera, u otro oficio. A eso le añadimos el condimento de mis expectativas de logro y de adelantada.

Somos miles en esta situación, pero hablo de lo que vivo a diario. Luché tanto para adquirir conocimientos que hoy me sirven para expresarme y sentirme libre, hablar con propiedad, (acá esto no sería una cualidad negociable) sirve para que algunos tengan el cinismo de llamarme loca o de juzgarme sin conocerme, como es la costumbre de mucha gente que en vez de mirar lo que hay que mirar, miran la paja en el ojo ajeno, pero no miran que el talón se les parte porque todavía caminan en calles de tierra o porque la alimentación diaria no aporta nutrientes.

Podría seguir... Pero básicamente somos lo que hacemos.

La luz nos come la mesa diaria, te deja knock out, sin aliento y el pobre resignado hace colas para pagar o reclamar; el agua nos enferma con gastroenteritis, cólicos y otros problemas intestinales y como en Monte Quemado de un estado municipal ausente y la gente vive sin agua (con todo lo que esto implica para la salud), por donde camines los problemas ambientales nos están afectando las vías respiratorias... ¡No hay trabajo!!! ¡No hay proyección de fuentes rentables!                    

¡Y vos me seguís llamando loca!

Las verijas paspadas de no hacer nada y el cerebro en modo off... porque así te quieren, así te necesitan, sin que trabajes, sobreviviendo de subsidios.