Por Lorenzo Campos.- En el conflicto por la posesión de tierra, los enfrentamientos no siempre fueron entre campesinos y terratenientes, sino de campesinos contra sí mismos y estos desencuentros muchas veces devalúan los derechos de los ocupantes de las posiciones y propician los abusos y las  injusticias  de  los más fuertes.

Si  se revisa los protagonistas de los hechos de violencia se determina que  no solo es una  lucha entre  invadidos e invasores, sino también los protagonista  son  campesinos enfrentados. Desencuentros que serian   propiciados  por la misma organización el Mocase Vía Campesina, que hostiga y discrimina en sus derechos,  a la familia campesina que niega integrarse a  la organización.

Los hechos, de violencia por conflictos de la Tierra ocurridos en Santiago del Estero, en ninguno de los casos trágicos tuvieron de protagonistas a terratenientes y débiles campesinos. Si bien es cierto pudo haber roses, empero siempre las víctimas y el victimario de los homicidios fueron el resultado de peleas entre campesinos.

Es notable que detrás de esta organización, con sesgo verticalista y disciplinado, se esconda algo más que la buena intención de mejorar y equilibrar los derechos  del campesinado y lo preocupante para los analistas es la violencia con la que se manifiestan, profundizando cuando se advierte que las víctimas de los sucesos trágicos siempre fueron protagonizados por los campesinos.

Como ejemplo citar el emblemático y lamentable caso de violencia en el que perdió la vida el joven Cristian Ferreira, enrolado en la organización del Mocase Vía Campesina.  El homicida Javier Juárez, se trata también de otro campesino, poblador, vecino, tío de su propia víctima, a quien asesinó sin perdón, dejando a su sobrino nieto sin padre y a la hija de su hermano sin marido. La Justicia, en juicio oral y público determinó que no medio el proceder de un sicario, sino más que una pelea trágica entre familiares.

Otro caso de referencia es el ocurrido sobre los límites de la provincia, en la localidad de El Simbol,  en proximidades de la localidad de Lorena, sobre los márgenes del Canal de Dios, dentro del territorio de Salta, donde el joven campesino Paulino Heriberto Risso Patrón, en un  hecho confuso, asesino de una certera puñalada  a su vecino enrolado en el Mocase Rafael Galván, ambos campesinos y vecinos.

Desde el Mocase, se esforzaron por demostrar que en ambos casos los asesinos obraron  en calidad de  sicario, enviados por un terrateniente, cuando en realidad la Justicia determinó que el enfrentamiento, resultado por diferencias en la  ocupación y tenencia de la tierra entre el tío y su  sobrino, en el primer caso, y entre dos campesinos vecinos en el segundo hecho. Ocurrido sobre los límites de Santiago, dentro del territorio de la provincia de  Salta.

Es justo que hay que ayudar a la reivindicación de los derechos a la tierra del campesino, que es cierto también sufre injusticias y el Mocase, como organización campesina  debe continuar siendo la custodia del reclamo y de la lucha, en un todo dentro de la Ley aplicando en cada caso, reglas de juego claras,  porque a la injusticia, no se la repara promoviendo  violencia, al contrario a la legitimidad del derecho se lo devalúa.

La Justicia, el Gobierno y la organización de campesinos Mocase Vía Campesina, deberían rectificar rumbos para cuando en los conflictos por la tierra se agoten las palabras, sea la justicia la que marque su equilibrada presencia, y de esa a manera los santiagueños demostraremos que aspiramos alcanzar  el más elevado objetivo de vivir en una provincia justa, en la que cada cosa y cada derecho ocupe su lugar.