Por Tony Villavicencio.- Comparto plenamente que sin los trenes no hay desarrollo. Pero todo  desarrollo es posible cuando el crecimiento contiene a todos y el progreso del país es armónico. A la reactivación del Ferrocarril Belgrano se tendría que sumar la construcción de la infraestructura necesaria para radicar industrias en las regiones de producción. Es lo primero de lo primero, en lo que se debía haber invertido, construyendo la infraestructura (energía, caminos) y así procurar  radicar en la región industrias para darle el valor agregado a la materia prima en el lugar de origen, generando fuentes de trabajo en las provincias dueñas de esa producción agrícola.

Así como la presentan la tamaña inversión, solo beneficiará con transporte barato a los grandes pool de siembra, terratenientes y latifundios, que cargarán en el tren de todos la soja, el maíz, el algodón, el trigo en bruto, llevándose la materia prima de Santiago del Estero, Salta, Tucumán, evitando darle un valor agregado en origen, profundizando de este modo la desocupación y la pobreza de las provincias, con el agravante que hoy con toda la tecnología incorporada en la producción agrícola, la ocupación de mano de obra en los campos es mínima.

Está claro que la reactivación del Belgrano Cargas, así como está planteado, es una verdadera canallada del gobierno nacional en beneficio de los más pudientes y en desmedro de las economías de las provincias del norte y lo que más oscurece es el silencio cómplice de los diputados y senadores nacionales que representan a estas provincias. ¿O es que acaso están resignados a que los norteños, siendo dueños de la riqueza agrícola, por obra y gracia de las políticas centralistas, vivamos condenados a emigrar en busca de trabajo a la Pampa Húmeda?.