POR CULIMPIO REYES ARTAZA.- Quizás los triunfos más destacados de Bases Peronistas fueron los de las comisiones municipales de El Mojón; Boquerón; Weisburd y El Caburé, triunfos que en la balanza para nada modifican el escenario político de la región.

No hay duda alguna. No hubo un desequilibrio en la balanza del poder en las comisiones municipales, las cuales continúan ampliamente gobernadas por radicales del Frente Cívico, que en elecciones pasadas habían debilitado y quitado importancia electoral al principal socio político de Gerardo Zamora.

Bases Peronistas, a pesar de contar con la logística a su favor, obtuvieron poca o ninguna presencia política en estas elecciones. Sin embargo, se puso de manifiesto la disparidad de medios y recursos. Al respecto se escucharon diferentes voces de disconformidad. El aparato provincial, para algunos y la espalda del gobierno para otros. Pero, a pesar de los recursos con los que contó en estos comicios Bases Peronistas, no modificó sustancialmente el resultado, como la cúpula esperaba que ocurra, ya que, pese a la amplia campaña realizada, se registraron triunfos en comisiones con un número muy bajo de electores.

Nadie duda que la estrategia implementada en estos comicios responde a intereses de la cúpula, que intentó fortalecer y devolverle protagonismo a la pata peronista, un socio desinflado, que, a la hora de contar los votos, son muy pocos lo que aporta. Es que, territorialmente, las comisiones municipales más importantes (sumadas a las intendencias que gobierna el Frente Cívico) dejan en claro que el proyecto político que más aporta es el del radicalismo.