Por Tony Villavicencio.- Si desde las instituciones de la democracia no hay respeto por las leyes, dando concesiones y privilegios a unos y excluyendo de ese mismo derecho a otros, allí no funciona la democracia.

La discriminación en donde hay un mismo derecho es un pecado, además de constituir un delito, y vemos que en Monte Quemado ocurre con frecuencia, donde funcionarios, hasta con arrogancia y sin ocultar el egoísmo administran lo que es de todos a voluntad, otorgando por arriba de leyes y ordenanzas, privilegios para unos y castigos para otros.

No sólo se discrimina al ser humano, sino que se violentan derechos del trabajador y la garantía de las libertades individuales de los ciudadanos, constituyéndose también en un atentado contra la convivencia social, la cultura del respeto y las buenas costumbres.

Eligen los amigos

No se puede usar el municipio para autorizar bailantas a los amigos del poder, disimulando fragantes violaciones a las ordenanzas vigentes y promoviendo chicanas, para que el comerciante que trabaja legalmente fracase.

Así de simple, en la vida privada, el poder elige con quién el empleado municipal se va a relacionar, a quién va a agradecer y con quién va a compartir y si desobedece, cae sobre ellos el látigo del abuso, en los que es una práctica que no sólo es la víctima el trabajador, sino también el comerciante o el vecino, que no se somete al pensamiento del que gobierna.

Usan los memorándums de castigo, cambiando de funciones, imponiendo antojadizas suspensiones a los empleados. La Dirección de Bromatología se ha convertido en herramienta de hostigamiento al comercio y se tiene sospechas de que hasta el camión recolector tiene precisas instrucciones de a quiénes debe recolectar la basura.

Está claro y es contundente lo que a voces la gente comenta en la ciudad de Monte Quemado, el que no se somete al poder, “ni agua”.

Pobres 

Es triste ver el trato a los pobres. Son los mismos que siempre están ahí, ellos en realidad no tienen color político, sino tienen necesidad y muchas veces se les niega la ayuda, culpándolos que se han dejado ver conversar con dirigentes de la oposición.

El poder humilla y usa a los que menos tienen, a los que menos pueden y se abusan, porque saben que el alimento de los hijos de muchas de estas familias a veces depende de la ayuda que reciban de la municipalidad.

Privilegios

Ayer, 1º de mayo, al Club Social y Deportivo San Martín, mediante chicanas, la municipalidad intentó impedirle que realizara la tradicional Fiesta de Doma y Folclore. Finalmente y en medio de la incertidumbre por la mediación de autoridades provinciales, sobre la hora, la entidad fue autorizada. Quien puede no pensar que todo estaba dirigido a darle exclusividad a los amigos de la familia gobernante, autorizados por la municipalidad, sin contemplarse las ordenanzas vigentes, con respecto a las garantías de seguridad para este tipo de espectáculos.

Festival de Doma y Folclore privado, sin las medidas básicas de seguridad.

Todos los habitantes de Monte Quemado lo saben, pero hay que recalcarlo, todo estuvo dirigido a privilegiar los intereses particulares y promover el fracaso de una tradicional entidad deportiva, que cumple una función social, enmarcada a la legalidad de la ordenanza y que todos saben en la ciudad, esta entidad la familia gobernante la colocó en la lista negra de la oposición.

Cuando desde las instituciones del pueblo, las autoridades ponen en práctica la persecución, la discriminación y se otorgan privilegios políticos en lo que es un claro abuso de poder, en ese pueblo no funciona la democracia y son las instituciones superiores las que deben actuar y devolverle a los ciudadanos el pleno estado de los derechos.