Un conocido periodista argentino escribió en su libro el valor del usufructo del poder. El Municipal Web transcribe unos de sus párrafos y lo comparte con sus lectores, en lo que es una realidad que se manifiesta en la similitud de un poder que ataca, para liberarse de quienes son un freno a sus abusos, en camino de lograr alcanzar la impunidad que le ostentan en el modo de ejercer.

¿Qué es el poder?

... ¿Qué es el poder? El poder es tener impunidad. Ser poderoso es ser un impune, un hombre al que no le llega nada. Porque la impunidad requiere poder. Y el sistema de poder está montado para fomentar la corrupción y garantizar la impunidad.

Un sistema que es, en la práctica, la raíz de todos los males que afronta la sociedad. Porque la corrupción altera las prioridades de quienes deben tomar decisiones. Y la impunidad rompe con la premisa de que un castigo debe seguir al delito, alentando su repetición y subvirtiendo valores sociales.

Así, los jueces no juzgan, no investigan, los organismos de control no controlan, los sindicalistas no representan a sus trabajadores, los empresarios no compiten, la policía no reprime el delito y los periodistas no informan.

Con excepciones en todos los campos, por supuesto, y muy dignas, por cierto. Pero así fue diseñado y así funciona un sistema de corrupción e impunidad donde reina la hipocresía, que premia a los que se adaptan, expulsa o encapsula a los elementos sanos (que son muchos), y castiga a los que intentan rebelarse (que no son tantos). Es decir, pierden sus trabajos, padecen campañas de desprestigio.