Por Tony Villavicencio.-  Los intendentes y comisionados de la provincia de Santiago del Estero, instituciones vinculadas a la producción agrícola-ganadera, deberían reunirse para coordinar soluciones integrales al gran problema del mantenimiento de los caminos rurales, que representan el principal freno para el desarrollo de la distintas regiones de la provincia.

El acabado conocimiento de las cuatro regiones de la provincia y sus caminos rurales en cada una, nos permiten reconocer el valor que representan estos para las distintas comunidades productivas, las cuales fracasan y son excluidas a consecuencia de la falta de mantenimiento de los caminos, que no sólo implica aislamiento, sino que también tiene una directa consecuencia en la vida social y económica de miles de familias de pequeños productores santiagueños.

¿Qué es un “camino rural”?

Se define “caminos rurales” a todos aquellos caminos que sirven primariamente a la producción. La red de nuestra provincia está dividida en tres grandes sectores: la red troncal -nacional, la red provincial -caminos de segunda jerarquía- y los rurales -que son de tierra y normalmente están distribuidos y destruidos en toda la geografía-.

Potencialidades de los caminos

Los caminos rurales dan acceso a las poblaciones rurales y permiten extraer la producción de esas zonas. Normalmente, son caminos de calzadas naturales. La mayoría de las veces son de tierra y presentan serios inconvenientes, sobre todo en épocas de lluvias y, como en el escenario actual, han sufrido por años el olvido y una falta de mantenimiento.

Los impactos económicos y sociales de la falta de mantenimiento significan la pérdida de la producción, por no tener caminos rurales en condiciones adecuadas, se estiman que, en cada región de la provincia, la pérdida es de 15 y 20 millones de pesos por año. El comprador de la producción agrícola-ganadera no ingresa, no hay comprador y si ingresan por el mal estado del camino, el costo del transporte se encarece y el que paga es el que vende el producto.

Sin mercado para la producción

Es una suma muy importante de dinero que pierde el productor, que podría ser subsanada con inversión permanente para la región. Actualmente, en todo el interior, por el mal estado de los caminos, podemos citar de ejemplo al departamento Copo, donde está frenada la venta de la producción agrícola–ganadera, por el deplorable estado de los caminos rurales de toda la región. Nadie ingresa a comprar y el pequeño productor no tiene cómo sacar a los mercados su producción.

Los efectos sociales y económicos son muy difíciles de cuantificar. La falta de mantenimiento de los caminos complica la accesibilidad igualitaria a la educación y a la salud de los pobladores rurales y el aislamiento excluye.

Cabe destacar que el rol del Estado y de los productores, su relación entre sí, no está instituida. En algunos casos, los municipios y las Comisiones Municipales se reúnen con los productores para encontrar soluciones a sus necesidades; en otros, eso no ocurre y cada uno “camina por su lado”.

Al respecto, hay que rescatar la reunión de los comisionados de Pellegrini, Copo y Alberdi, realizada en Huachana y San José del Boquerón, donde se habló del tema y acordaron llevar la problemática de los caminos al Gobierno de la Provincia. Pero eso quedó nada más que en una iniciativa.

El Gobierno provincial debería incluir en su agenda, de que los caminos rurales son fundamentales para el desarrollo de las distintas regiones de la provincia y hay departamentos, como es el caso de Copo, por falta de mantenimiento de los caminos rurales, las poblaciones del interior sobreviven, producen, pero su producción no tiene camino para acceder a los mercados y viviendo en el siglo XXI, aún sobreviven con necesidades que son propias del siglo pasado.

Legislatura provincial

En la Cámara de Diputados, pocas veces se discutió el tema de los caminos rurales. Tal vez porque suelen ser de jurisdicción municipal, pero sabemos que los municipios no tienen los medios necesarios para realizar mejoras. Por eso, creemos que es necesario el compromiso de llevar adelante una política de Estado a nivel provincial, que tome el asunto de los caminos rurales en su agenda.

Se conoce que el Gobierno de la Provincia ha provisto de maquinarias a algunas municipalidades y comisiones, pero estas instituciones no cuentan con un presupuesto que les permita invertir en el combustible que demandan las obras. En primer lugar, los caminos rurales deben recibir una atención permanente y esto implica gastos que las municipalidades y comisiones no lo tienen en su presupuesto.

A través de los municipios o comisiones, con el aporte de todos -ya sea con equipo propio, mediante contratos con empresas privadas-, o a través de consorcios, conformados por propietarios y el Estado, como funcionan en varias provincias, podríamos citar como ejemplo Chaco, donde se realiza un mantenimiento rutinario para que los caminos sean siempre atendidos y no se vean abandonados ¿Si en Chaco es posible, porque no en Santiago?

Se tiene que apuntar a mejoras que permitan alcanzar la transitabilidad permanente. Hay diferentes soluciones, que van desde el mejorado con materiales, ripio y hasta agentes químicos que ayudan a estabilizar el suelo, como ocurre en provincias vecinas (Santa Fe, Chaco, Corrientes). Hay infinidad de variantes técnicas que permitirían realizar las mejoras en los caminos.

Financiamiento adecuado

El asunto es que hay que tomar la decisión de implementarlas, en línea con un plan que cuente con un financiamiento adecuado. La iniciativa sería de formar un conjunto crítico de intendentes, comisionados municipales y agentes de producción, para insistir en que el mantenimiento de los caminos rurales se transforme en una política del Estado provincial, con la coordinación y participación del municipio y comisiones municipales e inclusive con dirigentes de instituciones de sectores productivos.   

Es cierto y hay que decirlo, porque se sabe que hay intereses, pero el interés superior debería ser la determinación de un plan concreto, que contenga a todos y será posible con el empuje y la participación de las comunas, las comisiones, los pequeños productores de cada región y el Gobierno de la Provincia, para coordinar y poner en marcha un plan de recuperación de los caminos, porque sin caminos rurales no será posible el pleno y armónico desarrollo de la provincia.