Por Tony Villavicencio.- El robo de ganado, cereales y de maquinaria, hace pensar que la seguridad rural será una materia a aprobar por las fuerzas policiales. El delito en cualquier parte de la provincia se recicla, toma nuevas formas y se adapta a las crisis sociales y económicas.

El delincuente rural, en su gran mayoría, estudia el terreno, a la propia policía y luego actúa. Los mayores controles en la zona urbana hacen que los ilícitos se vayan desplazando sobre las zonas despobladas. La falta de efectivos policiales y patrulleros que actualmente tiene la policía no permite tareas preventivas y represivas en las zonas rurales.

Además, el contexto socioeconómico que se deteriora día a día es un caldo de cultivo casi explosivo. Las autoridades políticas deben tener en claro que pobreza y delincuencia no es directamente proporcional, pero la primera influye sobre la segunda.

Abigeato

Los productores ganaderos de los departamentos Copo, Alberdi, Mariano Moreno y Pellegrini fueron en estos últimos meses duramente golpeados por los cuatreros. Casi diariamente, los malvivientes actuaron en distintos campos causando serios perjuicios económicos, principalmente a pequeños productores, que crían la hacienda a campo abierto.

El cuatrero es un personaje de perfil psicológico y social muy particular. El jefe de la sección de la Policía Rural de Santiago del Estero, lo define como un “individuo mecanizado”. “Siempre la policía puede anticipar sus golpes siguiendo el mapa delictual que van dejando”, agregaba. En Copo, la policía, con la colaboración de los propios damnificados, logró detener a una de las bandas que asolaba el departamento, cuyos integrantes se encuentran en la puerta de un juicio oral, que espera fecha de concreción.

En la semana pasada, en la ciudad de Campo Gallo, personal de la Comisaría Seccional 18, le dio otro duro golpe al abigeato, secuestrando carne, cueros y deteniendo a una banda de cuatreros.

En las primeras horas del viernes, en una vivienda cercana a la localidad de Ahí Veremos (Pellegrini), en el interior de un rancho, se encontraron distintos tipos de cortes pertenecientes a un animal de poco kilaje. Seguramente sería un ternero. También huesos y hasta un costillar envuelto y depositado sobre una cama. Pero claro, robar para comer, es malo, pero socialmente justificable, aunque en la justicia la pena es la misma.

Los malvivientes ya no utilizan caballos, ni lazos, ahora se movilizan en camionetas últimos modelo y motocicletas, para realizar la faena. Después de utilizar armas de fuego de pesado calibre para matar a las reses.

Los granos

Por otro lado, la suba de los agroquímicos y el precio de los granos hacen que bandas más organizadas y mejor infraestructura se dediquen a este rubro. Además, los granos no tienen marca y se pueden “reducir” rápidamente y con un buen rédito económico.

En la zona de Quimilí, Añatuya, Los Juríes y Bandera “levantaron” en la cosecha pasada, ocho camiones cargados con soja. Y más de un millón de pesos en agroquímicos desde los campos. Un productor rural de un campo alquilado en la zona de Sacháyoj, en ausencia, le cargaron seis tachos de 200 litros c/u de agroquímicos.

La nueva modalidad invade la región productiva agrícola, donde los delincuentes en oportunidades, fuertemente armados, se apoderaron de un camión y acoplado cargado con 30 toneladas de soja, o en complicidad con empleados de los campos, operan en lo que son verdaderas organizaciones al servicio del delito.

Durante un operativo llevado adelante hace algunos meses por efectivos de la policía de Quimilí, encabezado por el oficial Bomburi, se logró recuperar una de las cargas, que había desaparecido horas antes de un campo.

Maquinaria y otros

Tampoco escapa a este contexto el robo de tractores, rastras, arados y acoplados. En los últimos meses fueron sustraídos varios de estos elementos de los campos de numerosos establecimientos ganaderos y agrícolas.

La situación es preocupante. En Robersi, El Colorado, Los Juríes, la policía en los primeros meses de este año, persiguió y detuvo sobre la ruta 116 a un ladrón que se llevaba un tractor que lo habían robado en la zona de Tintina.

Estos hechos se vienen repitiendo con frecuencia. Pobladores rurales de la zona de productiva, ante la reiteración de estos delitos, por estos días, dispusieron instalar alarmas satelitales, por lo que la inseguridad que se vive en las grandes ciudades, se trasladó con más violencia a las zonas rurales, donde los cuatreros, las bandas organizadas, roban cereales, agroquímicos y asaltan a los productores agropecuarios en banda y en lugares despoblados.