Por Tony Villavicencio.- Tanto Nuevo Diario como El Liberal, coincidieron en titular de “Vergüenza Mundial”. El Municipal Web, salvando las distancias, sugerimos que la final de la Copa Libertadores entre River y Boca, nuevamente suspendida ayer, no se juegue más y el campeonato se lo declare desierto, porque de lo contrario, mañana pasará a ser anécdota del fútbol profesional y en el futuro no habrá culpa ni recibiremos el castigo que invite al pueblo futbolero argentino a la reflexión.

Los medios de comunicación reflejaron ayer el sentimiento de “bochorno” por el aplazamiento de la final de la Libertadores entre River Plate y Boca Juniors, por la violencia. Una “vergüenza mundial” que llenó las portadas de los periódicos del país y del mundo y todos estuvieron anunciando que fue una vergüenza, pero nadie después mencionó que se debiera a castigar a los responsables de tanta humillación nacional.

Junto a una imagen de los enfrentamientos entre hinchas y policía, Clarín, el diario adicto al tambaleante gobierno, se animó y esta vez habla de “guerra en vez de fiesta”, y se refiere al día sábado, en el que hubo la necesidad de aplazar el partido por las heridas que sufrieron los jugadores de Boca, tras ser apedreado el autobús en el que se dirigían al estadio, como una “jornada vergonzosa” y después de haberse reprogramado ayer, domingo nuevamente fue suspendido, por el formal reclamo realizado por el Club Boca Juniors y después de tanta vergüenza, hay quienes insisten que esta final histórica se juegue.

La Nación también lleva a la primera página los incidentes, con dos notas muy críticas: "Bochorno: suspenden la final por graves fallos en la seguridad" y "Un grotesco que expuso incapacidad y barbarie" y en el mundo todos recordaron ayer muy mal de los argentinos.

En esa línea, desde que comenzaron a surgir las primeras informaciones de la suspensión del Superclásico, la sección de opinión abrió con la columna "Todo lo que nos pasa, nos pasa por ser argentinos".

"Pasó porque nos ganó el monstruo que llevamos dentro. (...) Pasó porque así somos. Vivos. Criollos. Argentinos. Y todo nos pasa por eso. Por argentinos”, repetían los distintos artículos que publicaba la prensa nacional.

Olé, el periódico deportivo más importante del país, resalta en su portada la "Vergüenza mundial. Una final de furia", y relata cómo "un horror policial y la violencia de hinchas de River cambiaron fiesta por terror".

El Diario Popular, que informa de "un verdadero papelón mundial" en el que "violentos volvieron a ganarle al fútbol", apuesta a cinco columnas por la exclamación "¡Vergonzoso!"; similar al El Día (de la ciudad de La Plata, cercana a Buenos Aires), que titulan a toda página "Vergüenza", o La Gaceta de Tucumán: "Ni fútbol ni fiesta: solo vergüenza".

Esa palabra fue la más repetida en la prensa argentina, acompañada de numerosos adjetivos, como en el juego de palabras de La Voz de Córdoba: "Vergüenza monumental", por el nombre del estadio donde tendrá lugar el partido, según lo previsto, a partir de las 17, que ayer finalmente no se jugó y El Municipal Web espera que esa final, por este campeonato de la Copa Libertadores, no se jugué, que la Conmebol lo declare al campeonato desierto y de esa forma el castigo nos obliga a los argentinos del fútbol a la profunda reflexión, después de haber transformado una fiesta en una vergüenza mundial.