Por Tony Villavicencio.- El pasado fin de semana, el país caía en la más profunda de las crisis económicas de su historia y en medio de la corrida del dólar, se vio a Luis Caputo descansando muy tranquilo en Brasil, a la vez que la empresa que construye el nuevo curso del Canal de Dios, en el departamento Copo (Santiago del Estero), incumpliendo con el plan de obras, induce a la justicia mediante una maniobra judicial fraudulenta para atemorizar a los pobladores con el fin de cambiar el rumbo de la obra y beneficiar con agua los campos del grupo económico que lidera el actual presidente del Banco Central argentino.

El propósito es avanzar con las topadoras y evitar la justa reacción que pudieran tener los pobladores, que mansamente ven amenazadas sus viviendas y sus posiciones, a las que ocupan desde hace varias generaciones, sin respetar sus derechos ancestrales.

El fin de la empresa es desviar el nuevo curso del Canal de Dios, en un intento de cambiar el trazado y en el corrimiento ingresarlo en su nuevo recorrido a las tierras de los campos recientemente adquiridos por el grupo económico que lidera el pívot de la de la destroza economía del macrismo.  

Si se trata del mismo presidente del Banco Central, Luis Caputo, encargado de cuidar el valor del peso, a quien el diario Perfil lo denuncia que aprovechó el feriado por el aniversario de la muerte de San Martín y se fue a vacacionar a Brasil, mientras el dólar subía estrepitosamente y la economía agonizaba.  

“Los medios nacionales informan que al ex ministro de Finanzas y hoy presidente del Banco Central, Luis Caputo, se lo veía sonriente, con su señora sosteniendo una lonita rayada en el exclusivo Sofitel de Río de Janeiro, dijo el periodista Alejandro Bercovich, ironizando. “Causa mucho stress una corrida, hay que manejar una mesa como la del Banco Central y hay que tener sobre las espaldas el hecho de que a todos nosotros se nos haya devaluado el sueldo a la mitad.

“Para gente no tan acostumbrada a esos avatares de la política, el ‘Work Life Balance’ requiere descansos de este tipo”, dijo en clara alusión a Caputo que descansaba, mientras el pueblo argentino sangra por la más profunda de las heridas económicas asestada por un gobierno en su historia de país.

Caputo y su banca privada de inversores, mientras el país se funde, ellos invierten y sus negocios son tan amplios y diversos al extremo que esta vez, por los montes del departamento Copo, desfilan las cedulas de notificaciones de la justicia de Monte Quemado, citando a familias humildes, a las que la empresa multinacional sorprenden con las topadoras en las puertas de sus ranchos, avanzando por lo que es el nuevo trazado de la obra del Canal de Dios, que nada tiene que ver con el trazado del plan de obras original que dio a conocer el para entonces Ministro del Agua, ingeniero Tevez, proyecto de obra donde los ingenieros santiagueños fueron cuidadosos de no afectar a las familias que allí sobreviven desde tiempos inmemoriales.

Luis Caputo y sus inversores quizás no conocen el lugar donde invirtieron, pero todo hace suponer que sus personeros están por todo el país, cuando el corrimiento imprevisto del curso del Canal de Dios no tendría otro justificativo que el de privilegiar sus nuevos campos, con las aguas que bajan por el cauce del canal, que nace en la toma del río Salado, donde se construye el azud.

Todo indica que el inesperado corrimiento es con el fin de hacer ingresar al curso de la obra (el Canal de Dios) por dentro de los campos conformados por 17.500 hectáreas, adquiridas recientemente por el grupo económico que lidera el actual presidente del Banco Central, Luis Caputo

Cabe recordar lo publicó el diario Página 12, estos campos habrían sido adquiridos por el grupo económico que lidera Caputo, inversión que coincidió con el cargo de ministro de Finanzas, que ocupó, en principio, dentro del gobierno del macrismo. Asumió el cargo y al poco tiempo, escudado en sus inversores, invirtió en tierras santiagueñas de origen poco claro, en lo que respecta a la propiedad del inmueble.

Según los medios nacionales, a la adquisición de estas tierras, el grupo económico de Caputo las habría comprado por intermedio de una influyente abogada santiagueña de apellido Salomón, profesional estrechamente vinculada a un alto funcionario del gobierno santiagueño.

Antecedentes

Cabe destacar que hasta hace unos años, todos reconocían a estos campos del departamento Copo, sobre los límites con la provincia de Salta y como tierras fiscales, ocupadas por familias de pobladores desde varias generaciones, los que mediante engaños fueron burlados en sus derechos y en otros casos expulsados en forma violenta, según obran denuncias que se guardan en los cajones de la justicia de Monte Quemado y hay quienes opinan que, como son pobres las denuncias, nunca prosperaron.

En los año 2010, aparece como dueña una firma tucumana denominada Agro Servicios y Negocios, empresa que alambró las primeras 4000 hectáreas, intentó extenderse con los alambres por kilómetros, que fueron destruidos por los campesinos en nombre del Movimiento Campesino de Santiago del Estero (Mocase), que siempre reconoció a esas tierras como públicas, es decir, pertenecían a todos los santiagueños y eran cuidadas por la población indígena con central en Las Lomitas, donde se conserva importante y comprometedora documentación.

Nadie duda que hay estudios jurídicos que están detrás de las maniobras judiciales que soportan los lugareños, a quienes denuncian los ingenieros y obreros de las empresas por inexistentes amenazas, cuando en realidad, la mayoría de los habitantes no conoce, ni siquiera sabe, de la inexistencia de los denunciantes, quienes previamente a cometer los atropellos, buscan refugiarse en prohibiciones de acercamiento, cuando en realidad la gente no los conoce. La mentira, en el engaño de equivocar a la justicia induciéndola a resolver medidas de seguridad para quienes nunca en realidad estuvieron nunca en peligro ni amenazados, cuando son ellos los que se anticipan y piden protección jurídica, para poder consumar los atropellos y su maquiavélico proceder contra los pobres, que debería ser analizado por las fiscalías.

Cambiar el trazo del Canal de Dios es revertir los límites de dos provincias. Es colocar a miles de pobladores en un ámbito de inseguridad jurídica, no solo sus bienes materiales quedan a la deriva, sino el origen de su identidad.

Detrás de las maniobras, no se puede ocultar, se mueven intereses económicos, sociales y políticos. Nadie puede dudar que sólo los que tienen poder logran hacer negocios en medio de tanta oscuridad, colocando y burlando los derechos de ciudadanos indefensos, a quienes primero les muestran las topadoras y mediante falsas denuncias, hacen que la justicia los asuste y los intime, para que desistan de sus derechos.