Por Tony Villavicencio | Después de su caída en las elecciones generales, el  candidato a presidente de la Libertad Avanza, Javier Milei niega sus propias propuestas electorales.

Además, arenga a su  dirigencia a que desmientan propuestas que él mismo, de puño y letra, escribió y  las difundió con viperina lengua por los medios de comunicación masivos.

Advertidos de este mamarracho que aspira ocupar el sillón de Bernardino Rivadavia, Faustino Sarmiento  y otros próceres argentinos, recopilamos la información  y estamos en condiciones de ofrecer las pruebas que evidencian el contenido de cada una de las propuestas electorales del candidato a presidente del partido La Libertad Avanza, Javier Gerardo “Mileikowsky” quien  se hace llamar con el alias de Javier Milei.

Los anuncios en principio de  privatizar el sistema de salud o la educación, o la de habilitar la venta libre de armas, forman parte  de la  plataforma electoral de La Libertad Avanza, dada a conocer en abril.

Milei  puso blanco sobre negro todo lo que desea para su “Argentina ideal”, pero lo que, como siempre aclara, que a la argentina de la prosperidad no se podría llegar sino recién  después “de tres décadas”.

Si no entendemos la lógica de las reformas estructurales y de la secuencialidad. Él mismo anticipa, "podemos  terminar en un desastre macroeconómico que genere un problema social colosal”, se atajó alguna vez al hablar de su programa de “tres generaciones” y su voluntad de reducir el gabinete nacional a ocho Ministerios lo que para otros economistas sería un disparate.

Es cierto, hay dirigentes que acompañan a un  candidato que fundamenta su campaña electoral, anunciando propuestas antipopulares, absurdas y anticonstitucionales y que  su aplicación están fuera de lo razonable y la lógica y en casos enfrentadas con los  derechos humanos, como es la venta de órganos.

Dolarizar la economía, donde lo que falta son dólares,  privatizar la salud pública, la  educación pública, liberar las ventas de órganos, de  armas,  entre otras medidas  impropias  desconectadas de la   realidad, social económica y hasta cultural de argentina.

Es cierto, en  principio cautivo, empero  después de recuperar millones de argentinos la capacidad  de análisis, las propuestas son por las inmensas mayorías del electorado hasta  repudiables y hasta no son pocos los que opinan que son propias de un chiflado.

Recordar los insultos al Papa Francisco y a la figura del padre de la democracia, el ex presidente radical Raúl Ricardo Alfonsín (Agraviar e Insultar a un muerto que no puede defenderse).

Sin dudas, el marketing publicitario de la campaña política en principio lo presentó al candidato libertario como lo nuevo y con el verso de la dolarización cautivó a los jóvenes y en las PASO fue el candidato más votado, pero a medida que el electorado recupera su capacidad de análisis, sus propuestas, lo anticipan las encuestadoras, lo alejan os de la Casa Rosada.

Niega el concepto de justicia social

Para Javier Milei, en Argentina el concepto de justicia social es aberrante cuando para él “es robarle a alguien para darle a otro", y  en todos los canales que visitó enfatiza, preocupado por cuánto tendrá que poner de su bolsillo en impuestos para costear necesidades básicas de la población.

Milei asegura que terminará con "el verso" de que donde hay una necesidad nace un derecho. Anuncia que si llega a la casa Rosada quitará subsidios al transporte, la luz, el gas y el agua, terminará con la obra pública, forzará a los vecinos a pagarse la instalación de cloacas, acabar con la moratoria previsional, reducir las indemnizaciones por despido y cerrar ramales ferroviarios. Quiere imponer la teoría del derrame que ya fracasó en la Argentina.

Que pretende Milikowski, alias Milei              

Lo que sugiere es que el mercado opere sin ninguna intervención del Estado y que cada uno se arregle como pueda. En el mejor de los casos, se inclina por la teoría del derrame. Es decir, que los más ricos acumulen todo lo que quieran y tengan libertad para imponer condiciones al resto, por ejemplo, una industria monopólica fijando precios abusivos, como estrategia para lograr un crecimiento económico sólido que supuestamente favorecería al conjunto de la sociedad por la mayor actividad.

Las últimas décadas se probó varias veces esa teoría, con Carlos Menem, Domingo Cavallo y Mauricio Macri como principales referentes y expresaron los entendidos que el resultado siempre fue catastrófico, porque lo que ocurrió fue que la riqueza no derramó sobre las mayorías populares, sino que se concentró en una cúpula.

También resultó un fracaso en términos económicos, porque al debilitar el mercado interno cayeron los incentivos para producir e invertir, dando lugar a círculos viciosos de recesión, desempleo y endeudamiento para cubrir la pérdida de ingresos del Estado.

Milei no propone políticas para generar desarrollo económico. Solo se molesta por el cobro de impuestos. En los últimos días circuló el video de una entrevista que le hicieron en Paraguay en la que sostuvo que "para mí los contrabandistas son héroes, porque lo que hacen es evitar al fisco".

También le recordamos  su voto negativo como diputado a la ley que busca prevenir las cardiopatías congénitas en recién nacidos. "Esa ley implica más presencia del Estado interfiriendo en la vida de los individuos e implica más gasto público", señaló. El libertario no quiere gasto público para salvar la vida de bebés. ¿Por qué? Porque hay que pagar impuestos.

En la edición de mañana, un informe más amplio…