Con una final para el infarto y por penales, la Selección  Argentina se consagró campeón del mundo y Monte Quemado salió a festejar.

Monte Quemado vibró en celeste y blanco. Minutos después de aquel penal acertado de Montiel, que le dio la consagración a la Argentina, las calles  se colmaron. Caravanas de autos, motovehículos con bocinazos, camisetas, banderas flameando, bombos, vuvuzelas y diferentes cánticos escritos para este mundial. Es que esta hinchada es única en el mundo.

Familias enteras concurrieron a la plazoleta del Bicentenario para celebrar la consagración, con la tradicional caravana por la 9 de Julio, 25 de Mayo y los accesos.  

La creatividad es una de las cosas que caracteriza a la hinchada  y se hizo notar con bandera gigante, hasta caretas de Messi y niños disfrazados de “el hombre araña”, como Julián Álvarez, y cientos de caras pintadas con la albiceleste. Un clima muy familiar.