La exposición al sol en días de temperaturas elevadas puede afectar la salud de las personas. Por eso se recomienda reducir la actividad física entre las 11 y las 17 en jornadas de mucho calor, especialmente en nuestra región que ingresa en un período que se caracteriza por el rigor del clima con olas de calor intensas.

Si bien estas recomendaciones son conocidas por la mayoría de la población, se puede ver todos los días a personas que realizan actividades físicas en plena siesta en espacios verdes. La semana pasada, un hombre de 56 años murió en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires tras haberse descompensado cuando realizaba actividad física alrededor de las cuatro de la tarde en la Reserva Ecológica porteña.

En ese momento en el lugar se registraba una temperatura de 33.3 °C, con sensación térmica de 34.7°C, y un nivel de humedad de 42 por ciento. Un estudio realizado por el Servicio Meteorológico Nacional y el Ministerio de Salud de la Nación para conocer el impacto de las olas de calor que se registraron en el NEA durante el verano 2013-14, señala que en ese período se registraron tres fenómenos de ese tipo, uno en diciembre que afectó a Chaco, Corrientes y Formosa, con una duración de seis días; y las de enero y febrero que afectaron a esas tres provincias y también a Misiones, con duraciones de 7 y 13 días respectivamente.

Según ese informe, sólo en la ola de calor de febrero se observaron incrementos estadísticamente significativos en los riesgos relativos para mortalidad general, mortalidad en sexo masculino (Chaco y Corrientes) y femenino (Misiones), en mayores de 60 años (Formosa) y en mayores de 80 años (Chaco).

“Las causas de defunción con significativo incremento del riesgo fueron las enfermedades isquémicas del corazón y las cerebrovasculares”, señala el trabajo de investigación que indica además que la mortalidad se incrementó durante la ola de calor de febrero de 2014 ocurrida en el noreste argentino.

Un documento preparado por el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) que el organismo presentará mañana en la Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP26), que se realizará en Glasgow, Escocia, señala que el mes septiembre pasado fue el segundo mes más cálido de las últimas seis décadas en la Argentina. También observa que entre enero y septiembre de este año, la temperatura en el país fue 0,5º mayor que el promedio registrado entre los años 1981 y 2010.

En nuestra provincia sobran ejemplos de padecimientos por las altas temperaturas. En enero pasado en una jornada la sensación térmica llegó a 42 grados en la ciudad de Resistencia, exigiendo al máximo al sistema eléctrico. Ese mismo día en distintas localidades de la provincia también se registraron altas temperaturas. No se debe subestimar el impacto que pueden tener las altas temperaturas en el cuerpo humano.

Según la Organización Panamericana de la Salud, los cambios drásticos en el clima afectan la salud de la población en todo el planeta. El organismo internacional advierte que en los últimos años se registraron olas de calor más frecuentes y duraderas en diferentes regiones del mundo, lo que se tradujo en un incremento de los índices de mortalidad y un mayor agotamiento por calor.

En nuestro país el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) cuenta con un sistema de alertas por temperaturas extremas (SAT-Temperaturas Extremas), al que puede accederse en la página web del organismo. Allí se ofrecen reportes periódicos que muestran pronósticos de temperaturas muy elevadas en todo el país y sus posibles efectos en la salud de la población.

De lectura sencilla, el sistema emplea colores diferentes (verde, amarillo, naranja y rojo) para informar con claridad el nivel de riesgo en cada situación que se presente en jornadas con persistencia de temperaturas elevadas.

Como se dijo, para esos días se desaconseja exponerse al sol en exceso entre las 11 y las 17). También se debe evitar el consumo de bebidas alcohólicas o muy azucaradas, y se aconseja utilizar prendas de vestir ligeras, holgadas y de ser posible preferentemente de colores claros. Cabe aclarar que se considera “ola de calor” al fenómeno climático de altas temperaturas que tiene una duración de al menos tres días consecutivos.

En estos casos se deben extremar las medidas de prevención para evitar situaciones que pongan en riesgo la salud.