A los copeños que no nos mal interpreten. No estamos en contra de nadie, solo hemos entendido que sin lucha no lograremos mejores condiciones de vida que nos permitan tener mejor atención de la salud pública.

Si el gobierno provincial no enfrenta las situaciones de desigualdad y pobreza con políticas públicas –económicas y sociales– que lleven a la superación de las enormes injusticias sociales que aún persisten en nuestra provincia, nada cambiará. Particularmente en Monte Quemado, donde hay un municipio autoritario, desentendido de las necesidades y sufrimiento de los vecinos, obediente y sumiso con el poder central, según comodidad y conveniencia personal.

Entendemos, Sr. gobernador que puede usted, estar desinformado o mal informado. La atención de la salud pública del hospital regional de Monte Quemado no puede funcionar en la extrema precariedad. Los deudos de los que ya murieron, y el pueblo que se manifiesta no tiene color político como el intendente Castillo los quiere confundir por salvar una responsabilidad, que también él la tiene. Es responsable por no gestionar y pedir un hospital público acorde a las necesidades de la demanda de la salud del pueblo que gobierna y al que pertenece.

Muchas veces, mientras todos callaron, levantamos la voz para defender su gestión de gobierno, cuántas otras oportunidades informamos a los cuatro vientos el valor de sus obras en todo el interior de la provincia. En Monte Quemado nadie está en contra de su gobierno, sino que el pueblo de Monte Quemado quiere llamar su atención y pedir una solución para evitar de que dentro de la salud pública se repitan muertes injustas.