La pandemia del coronavirus ha dado visibilidad a muchas cosas que hace tiempo venían pasando, como por ejemplo el “olvido” de parte de las instituciones del Estado para con los que menos tienen.

También sacó a la luz que muchos de los que cumplen funciones públicas no están preparados como deberían.

Uno de esos olvidados es Julio Carrizo, quien junto a su familia se encuentra aislado hace 9 días por haber mantenido contacto con el Dr. Luján, el médico que violó el aislamiento para ir a trabajar en el hospital de Monte Quemado.

“El pasado 12 de este mes tuvimos contacto con el Dr. Luján que solo nos dio la receta, no estuvimos mucho tiempo. Luego de que se conociera este caso (de que había dado positivo), nos quedamos en casa, llamamos al Comité de Emergencia para avisar que estábamos colaborando con el aislamiento”, cuenta Carrizo a El Municipal Web. “Luego vino la policía para tomarnos los datos y nos informaron que la Municipalidad se iba a hacer cargo de nuestras provisiones, pasaron 2, 3, 4 y recién al quinto días nos trajeron alimentos que nos alcanzaba para dos días con lo mucho. Mandé mensaje a la supuesta encargada de hacernos llegar la comida, me contestó dos veces y desapareció”, agrega.

“Estamos con la ayuda de la gente, nos prestaron un ventilador para mi hija (de un año) que tiene epilepsia y algo de mercadería”, cuenta y agrega que es trabajador independiente y no reciben ninguna ayuda social, salvo la asignación universal de las dos nenas.

“Ya son 9 días de aislamiento, gracias a Dios no tenemos síntomas, estamos bien pero es preocupante porque el que sustenta el hogar soy yo y no puedo salir a trabajar, tengo que pagar alquiler”, explicó.

Y en medio de esta angustiante situación, a Julio le informaron que se quedó sin trabajo, “nadie me da respuesta, nadie hace nada. Es preocupante, necesito salir a trabajar”, resalta.

En relación a la salud de una de sus hijas, contó que “está con tratamiento, vivimos en un 5x5, no tenemos un patio como para estar, a la vereda no podemos salir, el encierro no la ayuda, se pone nerviosa y empieza con las convulsiones”.

“Nos aislaron y se olvidaron de nosotros, apenas termine con el aislamiento tengo que conseguir 4.000 pesos para el alquiler, no sé de dónde voy a sacar, tampoco sé cómo voy a sustentar a mi familia en estos días que quedan. Es muy triste lo que nos está pasando, ojalá no le pase a nadie más. Pensé que en el municipio estaban preparados para esta situación, pero veo que no”, finalizó.