Los conflictos por tierras en los límites de Santiago del Estero y Salta se acrecientan con el paso de los días. La ausencia de la justicia salteña y la complicidad con la que actúa la policía con jurisdicción en la vecina provincia, expone a santiagueños y salteños a un enfrentamiento de consecuencias imprevisibles.

En efecto, es tensa la situación en el campo denominado Choya, del departamento Copo, donde el nuevo trazado de los límites interprovinciales de tierras fiscales y propiedades en territorios de Santiago quedaron subdivididas con fracciones dentro de lo que es hoy territorio salteño, integradas al departamento Anta.

Cabe destacar que hay fracciones de lotes que corresponden a propiedades privadas y, en casos, a posiciones de familias campesinas, a las que mediante maniobras pergeñadas por estudios jurídicos de Joaquín V. Gonzales, con la complicidad de políticos y la policía salteña, intentan despojar a sus legítimos ocupantes. Denunció oportunamente el Movimiento Campesino de Santiago del Estero (MOCASE).

Entre otros, es el caso de la familia santiagueña de Andrés Palavecino cuya posición al realizarse el nuevo trazado de los límites, el campo que ocupa quedó subdividido y parte de su territorio en una superficie de aproximadamente 200 hectáreas, con alambrado y otras mejoras, hoy pertenecen a la provincia de Salta, y es ahí donde ayer usurpadores, con el supuesto consentimiento policial salteño y por directivas de estudios jurídicos sin consentimiento judicial, vinieron a posicionarse grupos armados  instalándose con una carpa y haciendo ostentación de armas de grueso calibre e inclusive matando animales de la familia Palavecino.

Un clima beligerante

La situación es tensa, se escuchan disparos intimidatorios, la familia Palavecino espera el regreso de sus hijos dispersos en campos de la zona para defender su histórica posición, y explicaron que ya intentaron pasar a la provincia de Salta para poder denunciar en esa jurisdicción pero la policía de los controles salteños no les permitieron llegar al destacamento policial de Talavera para así poder denunciar a los usurpadores, y que los policías de esa provincia, apostados en los límites, se negaron a recibirle la denuncia.

Al respecto se supo que al negársele el paso para denunciar en la provincia  vecina, la familia Palavecino formuló denuncias en el destacamento policial de Villa Matoque (Santiago del Estero), cuyo personal se disculpó de no poder actuar por razones de jurisdicción y se comprometieron de enviar las denuncias a la superioridad para ser derivadas mediante convenios policiales a Salta.

Testimonio

Este diario, en diálogo telefónico con Andrés Palavecino, ocupante y reconocido poseedor, explicó que al realizarse el trazado de los nuevos límites, muchas tierras de propiedades y ocupantes santiagueños quedó dentro del territorio que corresponde a la provincia de Salta, donde hay gente que con el asesoramiento de abogados usurpa.

Explicó Palavecino que en su caso es una herencia de su padre (con más de 50 años habitando en el lugar), y que en el trazado de los límites quedó dividida por el canal de Dios, con 200 hectáreas debidamente alambradas del lado de salta, donde nunca tuvieron problemas, “hasta que hace un par de años comenzaron a desfilar usurpadores, que con ayuda de influyentes estudios jurídicos y maniobras de organismos de contralor de Salta, iniciaron un claro despojo de nuestras tierras, con litigios que se tramitan en los tribunales salteños donde si revisan, se van a encontrar con verdaderos fraudes procesales. Se fabricaron posiciones inexistentes, inspecciones y certificaciones truchas, y en el desorden jurídico hay gente que se quiere quedar hasta con campos de 3.000 y hasta 5.000 hectáreas de tierra que antes fueron propiedades, y en gran parte tierras fiscales, de los santiagueños”.    

Los conflictos por estos días son con grupos armados que ingresaron ayer y usurpan el territorio comprendido al lote Choya. Además, la ausencia de la policía de Talavera y de la justicia de Metan acrecientan la posibilidad de que surjan enfrentamientos de imprevisibles consecuencias, cuya responsabilidad  será la de las autoridades de la vecina y hermana provincia de Salta que no se dan por notificados de lo que está sucediendo.