En un contexto donde el país atraviesa momentos críticos por la pandemia del coronavirus, donde se redoblan los esfuerzos, algunos parecen gozar de ciertos privilegios, ignorando la realidad sanitaria.

Es el caso del hijo del actual intendente de Añatuya, quien usó bienes del Estado para beneficio propio.

Mientras muchos añatuyenses se preguntan por qué se demora tanto el traslado de un paciente, se encuentran con que la ambulancia es utilizada para transportar bebidas alcohólicas. Eso se detectó el lunes cuando efectivos policiales llevaban adelante un riguroso operativo sobre la Ruta Nacional 34, a la altura de la isleta, departamento Banda, a fin de verificar el cumplimiento de las medidas de bioseguridad impuestas por los gobiernos provincial y nacional con el objetivo de evitar el avance del coronavirus. 

Según informe policial, alrededor de las 19, los uniformados interceptaron una ambulancia perteneciente a la Municipalidad de la “Capital de la Tradición”. El conductor, identificado como Humberto David Castillo (37 años), manifestó que se dirigía desde un centro de salud de ciudad Capital hacia Añatuya. Transportaba a tres pacientes y dos acompañantes. Hasta ahí todo normal, pero grande fue la sorpresa cuando abrieron las puertas del vehículo y en medio de los ocupantes observaron diez cajas de fernet y once packs de gaseosa.

Cuando le pidieron explicaciones, el conductor respondió que las bebidas “eran un encargo del hijo (se trataría del hijo mayor, Enzo Ibáñez) del intendente de Añatuya ‘Pocho’ Ibáñez”. De acuerdo a información a la que pudo acceder este medio, tendría un comercio y sería el “jefe de compras de la Comuna”.

Este hecho tuvo no solo repercusión a nivel provincial y nacional, sino también en la “Capital de la Tradición”. A través de las redes sociales, muchos vecinos se mostraron indignados por este caso, ya que según señalaron “muchas veces tienen que pagar el combustible cuando necesitan de los servicios de una ambulancia” (ver captura abajo), mientras familiares de funcionarios la usan de transporte de bebidas alcohólicas.

 

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Lo cierto es que mientras desde el Gobierno provincial se hacen grandes esfuerzos para acondicionar centros de salud ante un posible desborde del sistema sanitario, al intendente de Añatuya pareciera importarle poco el avance del virus y usa bienes del Estado para negocios particulares, desconociendo su deber de funcionario público.

Hasta el momento Ibáñez no se pronunció al respecto, y eso es reclamado por la ciudadanía, quienes exigen, como corresponde, una explicación por lo sucedido.

¿Quién autorizó que la ambulancia transporte bebidas? ¿Ya se inició un sumario para buscar a los responsables? ¿El intendente, estaba al tanto de lo sucedido? ¿Habrá sanciones? Son algunos de los interrogantes que surgen en la comunidad y que por ahora no tienen respuestas.