Cada 31 de julio, un promedio de 80 mil pelegrinos llegan a la localidad de Huachana, ubicada en el departamento Alberdi, para celebrar la festividad en honor a la Virgen.

A diferencia de años anteriores, este será diferente por la pandemia del coronavirus, por lo que los fieles no podrán asistir al santuario.

En efecto, al cumplirse 200 años de la aparición de la Virgen de Huachana en lo profundo del monte santiagueño, el obispo diocesano de Añatuya, José Luis Corral, informó que, a diferencia de otros años, la fiesta central prevista para el 31 de julio se realice sin la presencia masiva de fieles en el santuario, obligando a tomar la decisión de apelar a las redes sociales y plataformas digitales cómo la única alternativa válida para que los devotos puedan seguir la celebración sin violar la cuarentena.

 “Procuraremos, como lo hacemos habitualmente en este último tiempo, que se trasmita por las redes sociales y plataformas digitales la novena, las celebraciones y los actos en torno al 31 de julio para que los puedan seguir desde sus hogares”, dijo el obispo a través de un comunicado difundido.

“Debo comunicarles con dolor, pero con la responsabilidad que me compete, la suspensión de la próxima fiesta en honor a la  Virgen María en su santuario de Huachana prevista para los últimos días del mes de julio del corriente año. Esta determinación tomada en consonancia con el rector del santuario, P. Juan Ignacio Liébana, con otros sacerdotes de la diócesis y autoridades civiles, responde a la situación actual generada por la pandemia del covid-19 que puede prolongarse aún por un tiempo considerable”, agregó.

Corral consideró que no es prudente generar “un escenario de riesgo” en medio de la pandemia, ante “la multitudinaria convocatoria de esta fiesta con peregrinos provenientes de diferentes puntos de nuestra provincia y de otros lugares del país, en tiempo de pleno invierno”.

“Comprendemos –prosiguió- que muchos tienen un gran deseo de estar cerca de la Virgen Madre en su fiesta grande, con mayor razón este año al conmemorarse los 200 años de su aparición en nuestro monte santiagueño, pero hoy se nos pide esa renuncia y ofrenda por el bien de todos hasta que nos volvamos a encontrar para celebrar juntos”.

Antes de finalizar, el obispo agradeció “la colaboración del Gobierno provincial, voluntarios, devotos, fieles e instituciones que durante los últimos años han trabajado con entusiasmo en los preparativos y realización de esta fiesta mariana y ya quedan invitados a retomarlos cuando se anuncie la nueva fecha superada esta crisis”.