Condenado ya a prisión en segundo grado por corrupción, Luiz Inacio Lula da Silva quedó ahora con un pie dentro de la cárcel y fuera de las elecciones de octubre, para las que era el gran favorito. Cinco magistrados del Supremo Tribunal Federal (STF) se inclinan por rechazar el recurso de habeas corpus preventivo que había pedido el expresidente para poder apelar en libertad ante las instancias superiores, mientras que otros cinco se pronunciaron a favor del pedido del expresidente.

Más de siete horas después de iniciada la sesión, cinco jueces votaron en contra del recurso de Lula y cinco a favor. Edson Fachin, Alexandre de Moraes, Luis Roberto Barroso, Rosa Weber y Luiz Fux votaron a favor de mantener la jurisprudencia actual -establecida en 2016- por la cual una persona condenada en segunda instancia debe empezar a cumplir su pena de reclusión. En cambio, Gilmar Mendes, Dias Toffoli, Ricardo Lewandowski y Marco Aurelio votaron a favor del pedido de habeas corpus de Lula. El asunto quedará decidido una vez que seis de los 11 miembros voten de una forma.

Las posturas del juez Luiz Fux y de la presidenta de la Corte, Carmen Lucía Antunes Rocha, se daban por descontadas porque ya habían revelado su intención de negar el habeas corpus al exmandatario. La gran incógnita del día era cómo votaría Weber, quien finalmente se expresó en contra de conceder el recurso y definió así una mayoría, informa La Nación.

"Los tribunales deben uniformizs y choques entre simpatizantes del máximo líder del Partido de los Trabajadores (PT) y sus opositores.

Por la noche, luego del voto de Rosa Weber, los opositores a Lula festejaron con gritos de júbilo como si se tratara de un gol en un partido de fútbol, mientras que los militantes petistas en Brasilia se sumieron en la decepción.

Por temor al enfrentamiento de manifestantes a favor y en contra de Lula, el centro de Brasilia, donde se encuentra la sede del STF, amaneció hoy con las calles cortadas y una fuerte presencia policial. El perímetro de la Corte también había sido vallado para evitar disturbios.

La semana pasada, dos buses de la caravana de Lula por el estado de Paraná fueron atacados con balas por desconocidos, y aunque el atentado no dejó heridos, generó temores sobre lo que pudiese ocurrir tras la decisión del STF, ante el eventual arresto del expresidente, y en la próxima campaña electoral. Dos meses atrás, la presidenta del PT, la senadora Gleisi Hoffmann, había advertido que "para agarrar a Lula deberán agarrar antes a mucha gente; más que eso, van a tener que matar a gente". Y el líder del Movimiento de los Trabajadores Sin Tierra (MST), João Pedro Stédile, prometió un "abril rojo" -en alusión al color del PT- con movilizaciones callejeras, llamados a la desobediencia civil, bloqueos de rutas e invasiones de edificios públicos.