Según la información, el virus sigue circulando en grandes ciudades de Europa, que se ha convertido -según la Organización Mundial de la Salud- en la única región del planeta donde aumentaron las muertes por Covid-19.

Además de Alemania, otras naciones como el Reino Unido, los Países Bajos y Austria registran un creciente número de contagios y fallecimientos; mientras en el Sudeste Asiático, Medio Oriente, África y América Latina, las infecciones descendieron a niveles que permitieron reducir las restricciones a la circulación de personas.

El canciller alemán, Angela Merkel, dijo que tiene la impresión de que muchos de sus conciudadanos no son conscientes de la gravedad del escenario epidemiológico que enfrenta su país, con récords diarios de contagios por coronavirus. ¿Podría pasar algo similar en la Argentina en caso de presentarse una nueva ola de la pandemia? ¿O nuestra sociedad sería capaz de aprender de errores ajenos para no tropezar con la misma piedra?

El caso de Europa es, desde el punto de vista epidemiológico, particularmente importante para nuestro país, debido a que la gran mayoría de los argentinos que viajan al exterior tienen como destino alguna de las naciones miembro de la Unión Europea. En ese sentido, cabe recordar que los primeros casos de Covid -19 que se reportaron en nuestra provincia estuvieron relacionados con personas que regresaron de viajes realizados al viejo continente. Fuera de esa región el otro lugar más elegido por los argentinos para viajar es los Estados Unidos, donde la situación actual también es grave, con casi 100 mil contagios diarios.

La responsable europea de Sanidad, Stella Kyriakides, aseguró el martes que la nueva ola de coronavirus que castiga a Europa está impulsada por los no vacunados. Apenas veinticuatro horas después el ministro de Salud alemán, Jens Spahn, describió con crudeza la realidad que atraviesa su país, señalando que "probablemente, al final de este invierno, prácticamente todos en Alemania, como se ha dicho ya de manera cínica, estarán vacunados, curados o muertos". La frase es fuerte, es cierto. Es probable que el ministro haya querido sacar del letargo a muchos de sus connacionales que, como advierte Merkel, parecen no haber registrado a nivel consciente la gravedad de la situación.

¿Y cómo se relaciona todo esto con una provincia como Santiago del Estero el el Chaco, o un país como la Argentina? En el mundo actual, lo que sucede en el otro extremo del planeta puede tener una rápida repercusión en cualquier punto distante del globo. De manera que una de las cosas más inteligentes que se pueden hacer por estas latitudes es observar el comportamiento y la evolución de la pandemia en otras regiones -como Europa y Estados Unidos- para, en lo posible, corregir lo que no se está haciendo bien a nivel local.

Afortunadamente ya no  existen grandes grupos anti vacunas en la Argentina  inclusive Judui Milei se convenció  y se vacuno, aunque sus seguidores se esfuercen por disimular la agachada   y  lo cierto es que ya no hay suficiente  capacidad, para generar desconfianza hacia las vacunas. Es por eso que la mayoría de la población local no puso mayores reparos a las campañas de inmunización contra el Sars Cov 2. Eso dio como resultado que el 80 por ciento de la población tenga al menos una dosis de vacunas contra el coronavirus, el 63.8 por ciento tenga el esquema completo y poco más del 3 por ciento haya recibido dosis de refuerzo o adicional. Según una comparación que hizo el bioquímico y analista de datos, Santiago Olszevicki, con estas cifras de los países con más de 30 millones de habitantes solamente China, Corea del Sur y España superan a la Argentina.

Para algunos analistas, la situación epidemiológica de nuestro país se presenta como una gran oportunidad para enfrentar con una mayor inmunización colectiva a una eventual nueva ola de coronavirus. Pero para eso es necesario seguir generando conciencia en la población sobre la importancia de las vacunas y de continuar con las medidas de cuidado que son bien conocidas por todos: distanciamiento social, uso de barbijos, evitar lugares cerrados o mal ventilados con muchas personas durante muchas horas.

En los países europeos que hoy sufren nuevos brotes de Covid 19 lo que sucedió es que la población se relajó, dejó de lado los cuidados mínimos y bajó la guardia. El error fue creer que la pandemia terminó y ese clima de confianza, que coincidió con la llegada del invierno europeo, no hizo más que agravar la situación epidemiológica. Hay que seguir con atención lo que sucede en el hemisferio norte, para no cometer los mismos errores.