Un estudio preliminar sobre la vacuna rusa contra el coronavirus mostró que esta desarrolla una respuesta inmunitaria sin efectos indeseables graves, publicó el viernes The Lancet.

El estudio fue evaluado por un comité de relectura de la revista médica británica previamente a su publicación.

Las autoridades rusas anunciaron el mes pasado que su vacuna, bautizada Sputnik V, entraba en la tercera y última fase de ensayos clínicos, pero que no iban a esperar los resultados de esta puesto que su intención era homologarla en septiembre.

El anuncio fue tomado con escepticismo por muchos investigadores y países como Alemania y Estados Unidos, que pusieron en duda su eficacia y seguridad, debido sobre todo a la ausencia de datos públicos sobre los ensayos conducidos hasta el momento.

La Organización Mundial de la Salud urgió por su parte a Rusia a seguir el protocolo establecido y cumplir "con todas las fases" necesarias para desarrollar una vacuna segura. La OMS "no avalará" una vacuna contra el coronavirus si no es segura y eficaz, declaró este viernes su director general, Tedros Adhanom Ghebreyesus.

Moscú denunció estas críticas como una tentativa de criticar la investigación rusa. El presidente Vladimir Putin fue más allá y afirmó que la vacuna, desarrollada por el gobierno y el Instituto de investigación Gamaleïa, garantizaba una "inmunidad duradera" al Covid-19.

"Demostrar que las vacunas contra el covid-19 son seguras será crucial, no solo para que sean aceptadas (por el público, NDLR) sino también para la confianza en la vacunación en general", añadió en un comentario publicado en The Lancet.

El estudio publicado en The Lancet muestra que "hasta ahora todo va bien", pero una "respuesta inmunitaria no significa necesariamente una protección contra el covid-19", apuntó, por su parte, Brendan Wren, profesor de microbiología en la London School of Hygiene and Tropical Medicine.

Según la OMS, hay 176 proyectos de vacunas en curso en el mundo, de los cuales 34 están en fase de ensayos clínicos, lo que significa que empezaron a ser probados en seres humanos. Entre estos, ocho se hallan en la fase tres, la más avanzada.