El regreso al poder del ex presidente chileno Sebastián Piñera quedó ayer envuelto en la incertidumbre luego de su triunfo electoral por una diferencia inferior a la que preveían los sondeos. Con el 95% de los votos escrutados, el candidato de centroderecha lograba el 36,6%, por lo que deberá disputar el ballottage con el oficialista Alejandro Guillier (22,7%). La gran sorpresa la dio la izquierdista Beatriz Sánchez (20,3%).

“Estoy contento porque esta noche (por ayer) logramos un gran resultado electoral, dijo el ex presidente, que busca ser el sucesor de Michelle Bachelet. En su extenso discurso luego de la victoria en las elecciones, Piñera recordó que el resultado logrado fue muy parecido al que obtuvo en 2009. “Y en ese año ganamos finalmente las elecciones”, señaló.

Piñera se enfrentó a una centroizquierda fragmentada, pero tendrá más dificultades en la segunda vuelta, cuando es posible que estas fuerzas se unan para impedir la llegada de la derecha al poder, reporta La Nación.

El ex presidente, que prometió impulsar la estancada economía chilena y revisar las emblemáticas reformas tributaria, educacional y laboral aprobadas durante este gobierno, exhortó a la población a votar el próximo 17 de diciembre “por los que quieren igualar hacia arriba, no hacia abajo”.

Piñera se mostró seguro de que en marzo próximo será nuevamente quien ingrese al palacio de La Moneda, donde heredará “un país estancado y con muchos problemas y dificultades”, dijo. “Vamos a recuperar el tiempo perdido y rescataremos el dinamismo que nos han arrebatado”, prometió.

En todo su discurso, al único candidato al que mencionó específicamente por su nombre fue el pinochetista José Antonio Kast, que al superar todos los pronósticos obtuvo cerca del 7,9% de los votos.

Piñera agradeció el apoyo de Kast, un respaldo que será crucial para sumar votos frente a una eventual alianza de las numerosas agrupaciones de izquierda.