El comunicado oficial desde los Estados Unidos terminó de confirmar lo que el presidente Mauricio Macri ya sabía. El gobierno de Donald Trump finalmente impuso sanciones definitivas al biodiésel argentino tras el fracaso de las negociaciones de funcionarios argentinos en Washington.

Con todo, la medida confirma que el poder de lobby de las empresas agrupadas bajo la National Biodiesel Board (NBB) fue más fuerte.

“El Departamento de Comercio determinó que la Argentina está otorgando subsidios injustos a sus productores de biodiesel”, confirmó la oficina a cargo de Wilbur Ross, por lo que las tasas del 71,45% al 72,28% pasarán de transitorias a definitivas. Esta resolución oficial de los Estados Unidos también involucra a Indonesia, aunque con otra banda de aranceles.

La otra demanda que habían presentado las empresas privadas norteamericanas del sector –por dumping– aún sigue como sanción transitoria: esta resolución se conocerá recién en enero de 2018, tras la investigación por parte del gobierno norteamericano.

Con todo, la medida resulta un freno para las exportaciones de biodiésel a la primera economía del mundo, un negocio de USD 1.200 millones anuales. Y deja al gobierno de Mauricio Macri más cerca de presentar una denuncia ante la Organización Mundial de Comercio (OMC), como publicó Infobae.

La Embajada de EE.UU. en la Argentina emitió rápidamente su visión oficial, a través de una serie de tuits de Tom Cooney, el encargado de Negocios. “La expansión del comercio y la inversión entre los EEUU y la Argentina continuará pese a la cuestión del biodiésel. EEUU sigue siendo uno de los mercados de exportación más importantes para Argentina”, aseguró.

Y Cooney agregó, a través de un comunicado oficial: “Como puede suceder entre amigos cercanos, los socios fuertes como EEUU y Argentina a veces tienen diferentes puntos de vista sobre un tema. Reconocemos y respetamos los puntos de vista de Argentina sobre este tema”.

La NBB inició las dos demandas y el conflicto es entre privados, pero ambos gobiernos abrieron instancias para negociar durante este año, y las decisiones transitorias y definitivas dependen del gobierno de Trump.

La propuesta de Macri había sido doble: sobre subsidio, el Gobierno ofreció aplicar una retención del 15% desde 2018: hoy este producto no tiene retenciones. El lobby americano quería retenciones al 27% –como tiene hoy el aceite de soja– pero funcionarios argentinos dijeron que no. Sobre la demanda de dumping, se buscó negociar cupos, es decir, las cantidades de toneladas exportadas a los Estados Unidos.

En las próximas semanas, hay una reunión en agenda: se prevé que funcionarios argentinos vuelvan a Washington para seguir negociando. Si este último encuentro no avanza, el capítulo comercial con Trump seguirá el canal de la demanda ante la OMC.