Los cinco amigos de Rosario que murieron en Nueva York en el ataque terrorista de ayer estaban unidos por su paso por el Instituto Politécnico de Rosario, donde cimentaron una larga amistad. Eran profesionales, en su mayoría arquitectos y empresarios, perfilados por los estudios de esa escuela técnica.

Luego de que la Cancillería argentina confirmara que las víctimas fatales en el ataque terrorista en Nueva York son los rosarinos Hernán Diego Mendoza, Diego Enrique Angelini, Alejandro Damián Pagnucco, Ariel Erlij y Hernán Ferruchi, empezaron a conocerse los perfiles de estos hombres de entre 48 y 49 años que murieron en pleno Manhattan, publica La Nación.

El avión con el grupo de diez amigos del Instituto Politecnico salió del aeropuerto Islas Malvinas de Rosario el sábado a la tarde. El destino final era Nueva York, aunque antes debían hacer una escala en San Pablo.

El organizador

Los amigos se sacaron fotos en el hall del aeropuerto. Ariel Erlij, quien había organizado el viaje, no pudo subir al avión porque le habían surgido algunos contratiempos impostergables. Pero no iba a dejar al grupo. Fue a despedir a sus amigos, y al día siguiente voló hacia Nueva York para unirse a sus ex compañeros del “Poli”.

Erlij, de 48 años, fue uno de los que incentivó el viaje y ayudó a costear los pasajes al grupo. Era un empresario reconocido de Rosario, propietario de la firma Ivanar, que se dedica a la producción y comercialización de productos siderúrgicos. Vivía en la localidad de Funes, cercana a Rosario.

En marzo pasado, Ivanar anunció una inversión de 15 millones de pesos para montar su segunda industrial en Ramallo. También era directivo del parque industrial Metropolitano SA, ubicado en Pérez, muy cerca de donde estuvo el presidente Mauricio Macri ayer, en la empresa Gerdau.

Las otras víctimas argentinas

Alejandro Damián Pagnucco, de 49 años, alias Picho, vivía en Funes también, cerca de Rosario, y también era arquitecto. Pocho, como le decían sus amigos, trabajaba desde 2011 como ejecutivo de cuenta de la empresa de venta de materiales Femaco.

Hernán Ferruchi, otra de las víctimas fatales del ataque terrorista, era arquitecto en Rosario, donde estudió en la Universidad Nacional de Rosario (UNR) tras graduarse en el Instituto Politécnico en 1987, junto con sus amigos que fueron blanco del atentado en Manhattan. Ferruchi es uno de los autores del proyecto de Condominios el Alto, que se encuentra cerca de Puerto Norte, en Rosario, una de las zonas donde se edificaron inmuebles de alta gama por su cercanía al río Paraná.

Esa misma profesión la compartía Diego Angelini, otras de las víctimas, quien tenía un estudio en pleno centro de Rosario. Tenía tres hijos que concurre al colegio Colegio Edmondo De Amicis.

Hernán Mendoza socio fundador del estudio “Amascuatro”, junto con Ariel Benvenuto, otro arquitecto que formó parte del grupo, y se salvó de milagro. Su mujer Cecilia Piedrabuena contó que la camioneta conducida por el terrorista le pasó a 20 centímetros. Mendoza era fanático del rugby.

Martín Marro, quien resultó herido en el ataque, y vive actualmente en Boston, es licenciado en biotecnología egresado de la Universidad Nacional de Rosario y trabaja como investigador senior para la industria farmacéutica Novartis. Tras el ataque se encuentra internado en estado estable en el hospital presbiteriano de Nueva York.

El festejo

El viaje lo planearon desde hace más de un año, luego de que en las reuniones periódicas que hacía el grupo de ex alumnos de la promoción 87 del Instituto Politécnico Superior General San Martín, de Rosario, decidieron que en octubre viajarían a Nueva York.

Se cumplían 30 años de la graduación en el “Poli”, un instituto secundario que depende de la Universidad Nacional de Rosario (UNR), donde ante las exigencias del alto nivel de estudios de ese instituto se forman grupos sólidos, inseparables.

Este instituto de nivel superior, que fue creado en 1907, genera una fuerte identidad entre los alumnos que pasan por el edificio de Pellegrini 250. Hace dos años se juntaron miles de ex alumnos para juntar fondos para este establecimiento educativo, algo que lograron con la subasta de los clásicos taburetes que se construyen en las materias de taller.

Al regreso del viaje, este grupo de ex compañeros tenía previsto seguir con los festejos el viernes en Rosario, donde se iban a sumar otros ex alumnos que no habían podido viajar.