El pasado viernes, un fuerte terremoto seguido de un tsunami sacudieron Indonesia, causando gran destrucción y dejando al menos 1.234 víctimas mortales confirmadas, mientras que informaciones difundidas por distintos medios ya apuntan que podrían ser miles los muertos por causa del desastre. Los temblores generaron un tsunami que afectó especialmente a Palu, capital de la provincia de Célebes Central, y Donggala. ¿Por qué las olas llegaron a ser tan desastrosas?

Cinturón de Fuego

El archipiélago indonesio, el más grande del mundo, que consta de 18.000 islas, se encuentra en el llamado Cinturón de Fuego del Pacífico, el área geográfica del planeta con mayor actividad sísmica y volcánica donde los movimientos tectónicos ocurren en promedio de cinco a seis veces al día.

En 2004, un gran terremoto registrado cerca de la isla indonesia de Sumatra desencadenó un tsunami en el océano Índico que mató a 226.000 personas en 13 países, incluidas más de 120.000 en Indonesia. Este mes de agosto resultó excepcionalmente difícil para el país en relación con el número de fuertes terremotos registrados.

Geografía única

Sin embargo, las olas monstruosas fueron inesperadas para este terremoto en particular. Estas catástrofes suelen ser resultado de megaterremotos, cuando grandes secciones de corteza terrestre se mueven verticalmente a lo largo de una falla, desplazando enormes cantidades de agua y creando olas que pueden viajar a gran velocidad durante miles de kilómetros. Sin embargo, el pasado viernes la falla se rompió con un movimiento horizontal, que no suele provocar ese tipo de desastres, señala RT.

En este sentido, expertos consultados por The National Geographic sugieren que la geología única del área podría ser la culpable de la progresión inesperada del desastre.

Poca advertencia

Otra razón que provocó que el tsunami del viernes fuera tan devastador fue la poca advertencia que se dio, explica Vox. Los lugareños afirmaron que las sirenas no sonaron, mientras que las alertas por mensajes de texto no se enviaron porque las torres de telefonía habían colapsado durante el terremoto. Poco antes del desastre, sorprendentemente, las autoridades locales habían levantado la alerta de tsunami emitida inicialmente.

La Agencia Nacional para la Prevención de Desastres admitió este domingo que el sistema de detección temprana de tsunamis no ha estado a pleno funcionamiento en Indonesia durante los últimos seis años.

"A partir del 2012, la boya de detección temprana de aguas profundas no opera en el país, uno de los elementos clave del sistema", señaló Sutopo Purwo Nugroho, representante oficial de la Agencia. En su opinión, la razón es la falta de financiación necesaria, que además disminuye cada año.