En agosto pasado se incrementó en 38 % la cantidad de inmigrantes detenidos al intentar ingresar a Estados Unidos a través de la frontera mexicana. Según datos oficiales, se trata de 12.774 personas que quisieron llegar de manera ilegal a territorio estadounidense, a los que se suman otras 3.381 que procuraron hacerlo de manera legal y fueron rechazadas.

Si bien es habitual que durante esta época del año crezca ese índice (en 2017 el aumento en el mismo período fue de 36%), en números absolutos se ha triplicado, siendo este el sexto mes con más detenciones de la historia.

El Comisionado de Aduanas y Protección Fronteriza, Kevin McAleenan, señaló –citado por The Washington Post– que EE.UU. está ante "una crisis de proporciones significativas, desde una perspectiva humanitaria y de seguridad". Todo esto, a pesar de la política de "tolerancia cero" del presidente Donald Trump y su insistencia en construir el muro fronterizo.

¿Por qué hay más migrantes?

Una de las explicaciones que dan las autoridades refiere a las restricciones impuestas por la Corte Suprema, que limitaron los lapsos legales para la detención de niños en las cárceles de inmigración. Por esa causa, dicen, muchos padres viajan con sus hijos como una forma de obtener una liberación rápida y evitar la deportación directa, informa RT.

Paradójicamente, siempre según el Departamento de Seguridad Nacional (DSN), esta modificación en la normativa puede haber provocado que sean más las personas que busquen llegar a EE.UU. con su núcleo familiar.

Tyler Q. Houlton, vocero del DSN, avanza en ese planteamiento. Los traficantes de personas, afirma, "comprenden nuestras leyes de inmigración mejor que la mayoría y saben que si una unidad familiar ingresa ilegalmente a los EE.UU., es probable que sean liberados en el interior". Houlton asegura que más del 98 % de las familias llegadas desde El Salvador, Guatemala y Honduras entre octubre de 2016 y fines de junio, todavía están en territorio estadounidense a pesar de carecer de estatus legal.