Una ola de nerviosismo en los mercados de todo el mundo desencadenó una caída histórica en los índices principales. La bolsa de Nueva York caía duramente el lunes en la apertura, en un movimiento de pánico tras un derrumbe de mercados bursátiles en el mundo por temores de recesión en Estados Unidos y el fortalecimiento del yen.

Al mediodía, el índice S&P 500 bajaba 2,4%; el promedio industrial Dow Jones caía 2,2% y el compuesto tecnológico Nasdaq retrocedía 2,8%.

A la vez, los temores sobre el debilitamiento de la economía nortemaericana, exacerbados por noticias desalentadoras en el sector tecnológico y un informe laboral preocupante en Estados Unidos, han llevado al índice de volatilidad CBOE -conocido como VIX, que mide el nerviosismo de los inversores- a su nivel más alto desde finales de 2020.

Las acciones de importantes empresas tecnológicas, como Atlassian, cayeron un 18% después de emitir una guía financiera decepcionante y anunciar la salida de su principal ejecutivo de ventas. Snap también sufrió una caída del 25% tras no cumplir con las expectativas de ingresos del segundo trimestre y emitir una guía más baja de lo esperado debido a un entorno publicitario debilitado. Amazon registró una disminución del 12% en sus acciones después de reportar ingresos trimestrales más bajos de lo anticipado, lo que se atribuyó a un cambio en las preferencias de los consumidores hacia productos más baratos.

Por sectores, los grandes bancos estadounidenses respondían con fuertes descensos a la posibilidad de que la Reserva Federal (Fed) reaccione con bajadas de tipos más agresivas al enfriamiento de la actividad, ya que el consenso del mercado apunta ahora con una probabilidad del 98,50% a un recorte de tipos de 50 puntos básicos en septiembre, el doble de lo previsto hace una semana, y anticipa un ritmo más rápido de bajadas el resto del año.

De tal modo, los títulos de Citigroup se dejaban más de un 6% en la Bolsa de Nueva York, mientras que Wells Fargo y Bank of America cedían casi un 5% cada uno y Morgan Stanley se dejaba algo menos del 4% y JPMorgan casi un 3%.

Entre los ‘siete magníficos’ del sector tecnológico también se imponía una fuerte recesión, con bajadas de más del 8% para Nvidia y por encima del 5% para Amazon y Tesla, mientras que Apple cedía más de un 4% y Microsoft, Meta y Alphabet caían cada uno más de un 3%.

Por su parte, las criptomonedas como el Bitcóin y el Ethereum se desplomaban el lunes a mínimos de varios meses: el bitcoin cayó un 12%, mientras el ether un 21%. En tanto, los bonos argentinos sufrieron un duro golpe registrando pérdidas de hasta casi un 4%.

Incluso el valor del oro, que tiene reputación de ofrecer certeza en tiempos tumultuosos, cayó 1%.

grafico wall street caida

El índice de referencia Nikkei 225 de Japón se desplomó hasta un 12,4% el lunes por la mañana en medio de la ola de ventas desatada por los temores acerca de la economía de Estados Unidos. En Europa, en tanto, las principales bolsas abrieron a la baja, lastradas principalmente por los valores bancarios y tecnológicos, siguiendo los desplomes registrados horas antes en Asia.

El Nikkei cerró con pérdidas de 4451,28 puntos, a 31.458,42. El índice más amplio TOPIX también cayó un 12,8% tras un repunte de las ventas por la tarde.

Causas

Todo empezó en un histórico desplome de la Bolsa de Tokio y luego sobrevino un efecto cascada que abrumó a Europa, aunque luego se observó una ligera recuperación en el Viejo Continente, todo producto de un informe sobre empleo que hizo temer la posibilidad de que Estados Unidos entre en recesión.

Un reporte que mostraba que las contrataciones de empleadores de Estados Unidos habían bajado el mes pasado mucho más de lo previsto convulsionó los mercados financieros y evaporó la euforia que había llevado al Nikkei a máximos históricos de más de 42.000 puntos en las últimas semanas.

La peor caída del Nikkei en un solo día fue un desplome de 3836 puntos, el 14,9%, en un día apodado “Lunes negro” en octubre de 1987. Los precios de las acciones han descendido en Tokio desde que el Banco de Japón subió su tasa de interés de referencia el miércoles. Ahora el índice se ubica en aproximadamente el nivel que tenía antes de que empezara el año.

El fin de semana, Berkshire Hathaway, propiedad de Warren Buffett, anunció una reducción a la mitad de su participación en Apple, la mayor participación del conglomerado, en una oleada de ventas de acciones que suscitó inquietud por las perspectivas del sector tecnológico.

Por su parte, los papeles de la empresa de software Nvidia se veían afectados por un informe que indicó que el lanzamiento de sus próximos chips de IA podrían retrasarse tres meses por fallos de diseño, lo que podría afectar a clientes como Meta, matriz de Facebook, Google, de Alphabet, y Microsoft.

Tras impulsar las ganancias en Wall Street durante más de un año, los grandes valores tecnológicos se han visto presionados en las últimas semanas también por los indicios de que los beneficios de las cuantiosas inversiones en IA tardarían más de lo que algunos inversores habían esperado inicialmente.

Por otro lado, los datos del viernes mostraron que la tasa de desempleo de Estados Unidos subió al 4,3% en julio, aumentando la probabilidad de un recorte de las tasas de interés de la Reserva Federal en septiembre, con los mercados esperando ahora que el banco central recorte hasta 50 puntos básicos.

Otro factor que llevó al banco central a subir las tasas fue la prolongada debilidad del yen japonés, que impulsó la inflación por encima del objetivo de inflación del 2% del banco.

El índice surcoreano Kospi cayó el lunes un 6,5% y las acciones de Samsung perdieron un 7,7%. El índice taiwanés Taiex se desplomó un 7,4% y Taiwan Semiconductor Manufacturing Co., el mayor fabricante de chips del mundo, perdió un 8%.

Los inversionistas estarán atentos a los datos del sector servicios estadounidense que publicará más tarde el lunes el Instituto de Gestión de Suministros de Estados Unidos (ISM, por sus siglas en inglés), y que podrían ayudar a determinar si el aluvión de ventas en todo el mundo es una reacción exagerada, indicó en un reporte Yeap Jun Rong, de IG.

Lunes negro

El índice Nikkei 225 es el principal índice bursátil de Japón. Representa un promedio ponderado de precios de 225 acciones seleccionadas de las empresas más grandes y líquidas que cotizan en la Bolsa de Valores de Tokio (Tokyo Stock Exchange, TSE). Estas empresas abarcan una amplia gama de sectores industriales, incluyendo tecnología, manufactura, finanzas, transporte y consumo, entre otros.

Creado en 1950, el Nikkei 225 es similar al Dow Jones Industrial Average en Estados Unidos, en el sentido de que es un índice de precios ponderados y es uno de los indicadores más utilizados para medir el desempeño del mercado de valores japonés. La composición del índice es revisada anualmente para asegurar que sigue siendo representativo del mercado japonés en general.

Una de las caídas más significativas del Nikkei 225 ocurrió el 19 de octubre de 1987: el famoso lunes negro, cuando las acciones cayeron en todo el mundo, con el índice de Tokio desplomándose 3836,48 puntos, o casi un 15%, y otros mercados mundiales bajando aún más. Los inversores vendieron acciones creyendo que los precios eran demasiado altos.

Luego, los mercados de Japón se recuperaron relativamente rápido porque el país todavía estaba en medio de una burbuja financiera que llevaría al Nikkei a casi 39.000 antes de colapsar a principios de 1990. El Nikkei no recuperó ese pico anterior de 38.915,87 hasta principios de este año.

Europa, en rojo

Las acciones europeas tocaban mínimos de casi seis meses en medio de una liquidación bursátil mundial por el temor a una desaceleración del crecimiento económico estadounidense, y sólo un puñado de valores cotizaban en verde.

En Europa, París perdía un 1,41%, Londres un 2,25%, Frankfurt un 1,89%, Ámsterdam un 2,63%, Madrid 2,5% y Milán un 2,07%.

A raíz de la publicación del enforme de empleo, los rendimientos de la deuda pública cayeron con fuerza, lo que hace presagiar que la Reserva Federal estadounidense (Fed) podría recortar sus tasas más drásticamente de lo esperado.

Si en septiembre la Fed “hace su primer recorte de tipos de 50 puntos básicos”, en lugar de los 25 puntos básicos que espera el mercado, “será su forma de admitir” que tardó demasiado en relajar la política monetaria, consideró Innes.

Por su parte, los analistas de Deutsche Bank señalaron que la magnitud de la anticipación del mercado sobre el número de bajas de tasas de la Fed “en los próximos 12 meses sólo se ha visto durante una recesión”.

Fuente: La Nación, citando a las agencias AP, AFP y Reuters