Fue Nuevo Diario de Santiago del Estero el que revelaba el sufrimiento de la gente por las inundaciones que en años los dejaba sin nada, También fue Nuevo Diario el medio que acompañaba a los lugareños cuando el curso de las aguas del río Salado se recostaba y los sumía en profundas crisis hídricas.

En ese momento se dio aviso de que de 130 bolsas de arena precariamente superpuestas en forma de "pata de gallo" dependía el suministro de agua a los más de 60.000 habitantes de Copo y Alberdi.

Ese medio se metió en los montes, compartió y acompañó en decenas de reuniones a los pobladores que hacían conocer los resultados de un indomable río salvaje, que arrastraba todo y entonces, cada dos o cuatro años, los obligaba a volver a empezar.

Fue Nuevo Diario por donde clamaban por una obra que los beneficiara, para que el recurso hídrico se transforme en una fuente de vida y no en un perjuicio que por décadas no los dejaba avanzar.

Entonces los santiagueños, y especialmente de Copo y Alberdi acudieron a este medio que le puso voz a los pueblos del interior profundo y también hay que recordar que fue el gobernador Zamora el que se hizo eco y escuchó el sufrimiento que trasmitían las poblaciones rivereñas del río Salado en los departamentos del norte y de la precariedad del sistema del Canal de Dios, que transportaba el agua para los 60.000 habitantes de los departamentos Copo y Alberdi, afectando el desarrollo de la economía de la región. 

El Dr. Zamora, en su segunda gestión de gobierno, envió al para entonces secretario del Agua, ingeniero Tevez, para que escuchara a los pobladores, tras lo cual, los técnicos del área diseñaron el proyecto del azud Cruz Bajada.

Fue el Dr. Zamora quien, en silencio, con el proyecto bajo el brazo, salió a golpear puertas en la Nación, gestionando los recursos para la concreción de la obra, que hoy se ejecuta con el aporte del 70% de fondos provistos por la Nación y el 30% de recursos provinciales

El diario El Liberal, en su edición del lunes 30, informaba que previamente cumplimentar una serie de tareas previas, se iniciaron formalmente los trabajos de construcción del azud derivador de Cruz Bajada sobre el río Salado.

Esta semana se avanzará con el hormigón de desarenado, con el objeto de que la obra pueda derivar agua por un canal lo más limpia posible y que esto implica la construcción de un nuevo canal (de 25 kilómetros impermeabilizados), que alimentará con el recurso hídrico al Canal de Dios, asegurando que éste tenga un caudal permanente de agua en el tiempo, independientemente de las crecidas o bajante del río.

El objetivo del azud de Cruz Bajada es regular el caudal del río, debido a que cuando se modifica su volumen (cuando aumenta o disminuye el caudal) se suscitan diferentes problemas en la derivación. Pero con esta obra, cuyo costo supera los 1.800 millones de pesos, fondos pactados mediante un acuerdo firmado por el gobierno nacional y la provincia de Santiago del Estero a fines del mandato de la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner, por lo que el gobierno del actual presidente Mauricio Macri se limita a girar los fondos y a controlar la inversión.