En Campo Gallo las cosas están peor. Ayer, el intendente José Fortunato Vittar fue denunciado por violencia. Una vecina aseguró en sede policial que fue a la municipalidad a pedir ayuda y recibió agresiones verbales por parte del jefe comunal.
“Me trato de lo peor, comenzó a golpear la mesa y a gritarme, me dijo cuántas malas palabras se le cruzaron en ese momento, me humilló de la peor manera, me retiré de la municipalidad llorando”, contó.
La mujer que tienes tres niños, está sola y viviendo bajo unos plásticos. Fue identificada como Siomara Verónica Enriques quien relató que pidió una audiencia con el intendente Vittar y cuando fue recibida en vez de ayudarla, insultó y la humilló.
El caso, como un reguero de pólvora, circuló por la vecindad, los testigos cuentan que la mujer habría salido llorando del edificio municipal. Muchas personas que están dispuestas a testimoniar que la vivieron salir en una crisis de nervios por la que la tuvieron que asistirla en un banco de la plaza.
La agresividad en algunos casos puede ser un desahogo, empero en esos niveles institucionales representan un escándalo y el pueblo está indignado. La violencia verbal es una forma de agresión que muchas veces pasa desapercibida, no deja huella a la vista, sin embargo, las lesiones causadas son tan dolorosas como las que deja la violencia física y máxime cuando la violencia verbal proviene de quien esperamos una solución, un abrigo.
Pero esta conducta violenta no es la primera, sino que avivó los malos recuerdos en la experiencia de vecinos que sufrieron la misma humillación y callaron que también cuentan haber concurrido al municipio en busca de soluciones y regresan con su autoestima en baja, sintiéndose denigrados, con pérdida de confianza, humillados y con deseos de huir.
Otras explosiones emocionales
Recordaron que la semana pasada, frente al edificio municipal, el intendente Vittar fue consultado por una persona sobre el cumplimiento de una promesa relacionado con la construcción de una vivienda, encontrándose como respuesta palabrotas irreproducibles que los ocasionales transeúntes que se encontraban en plaza San Martin. Escucharon como el intendente, a los gritos llamaba, “que venga Omar y saque a este tipo” refiriéndose a quien en forma educada se le habría acercado para recordarle que le había prometido una vivienda social.
¿Quién es Omar?
Omar Sayago es un personaje muy conocido, sería policía y cumpliría funciones en la Seccional 18 de esta ciudad, pero siempre está de civil. Sobrino del director de Rentas Cesar Santillán, algunos aseveran que también cumpliría algunos servicios en la municipalidad. Alguno dicen que es guardaespaldas/seguridad del intendente. Lo concreto es que hay empleados que aseguran que lo observan los fines de semana cargando combustible en vehículo de su propiedad con vales del municipio, y que los días de pago a los empleados de planes, se lo ve primero en la fila.
Hay quienes aseguran que este policía es de los que llevan y traen los bajos sobres y sería de la “Inteligencia” municipal, empero hace pocos días un desacertado informe de este personaje tendría que ver con la cesantía de un empleado municipal al que se lo acusó de haber suministrado a El Municipal Web información de los curros de los funcionarios, cuando en realidad no hay nada que investigar, lo publicado es de público conocimiento en Campo Gallo.
Martin Yedra Farjad, de la alta medicina especialista en psicología, describe que el perfil del abusador verbal es ser irritable, manipulador, tiende a culpar a los otros de sus errores, no escucha, se torna violento con facilidad, controlador y explosivo. Describe el galeno de nacionalidad Chilena, que la ira es cuando la paciencia ingresa al pozo negro de las emociones.