Hubo seguridad, orden y notables ausencias durante los festejos que se desarrollaron  en la más absoluta normalidad en la ciudad de Monte Quemado, donde los efectos desbastadores de la economía se vieron en las mesas de los hogares durante las fiestas de Navidad y Año Nuevo.

Según se informó de la jefatura departamental, esta vez los festejos del recibimiento del nuevo año se caracterizaron por el comportamiento ejemplar de la población, no habiéndose registrado incidentes que pudieran alterar el orden y la seguridad pública, salvo en la siesta de ayer, que tuvo lugar un accidente protagonizado por dos motociclistas, cuyos conductores resultaron con heridas de gravedad, por lo que fueron derivados a un centro de asistencia médica.

La fiesta se realizó con muchas ausencias, y también con austeridad, la que se notó en los distintos comercios a la hora de hacer las cajas de lo recaudado.

Muchos se lamentaron las ausencia de un importante número de residentes copeños, que trabajan en el sur, un gran número de ellos, esta Navidad y Año Nuevo, no vinieron a visitar a sus familiares y amigos debido a la situación económica en la que se encuentran los empleados de las administraciones públicas de las provincias del sur, donde los gobiernos no pagan los sueldos con regularidad.

Se estima que son más de 300 las familias que trabajan en la docencia de la provincia de Santa Cruz, que por cuestiones económicas esta vez no pudieron regresar a su tierra natal, ya que el sector docente de esa provincia no percibe regularmente sus haberes, e inclusive aún no les habían abonado el aguinaldo correspondiente al segundo semestre, por lo que muchos debieron suspender el viaje que todos los años solían realizar para venir y compartir con familiares y amigos de la ciudad de Monte Quemado, donde los festejos no tuvieron la fuerza ni la inversión de otros años.